Damasco, SANA
En Damasco, la capital más antigua del mundo continuamente habitada, cada lugar cuenta algunos aspectos de la civilización y los visitantes pueden encontrar monumentos históricos que se remontan a miles de años.
Al visitar su famosa Mezquita Omeya, Ud. Podrá ver una serie de columnas y arcos que son los restos del Templo romano de Júpiter.
“Estas columnas son los restos de un antiguo templo construido por los arameos para adorar a Hadad, “dios de la fertilidad, las tormentas eléctricas y la lluvia” a principios del primer milenio a. C.,”, afirma Hammam Saad director adjunto de exploración y documentación en la Dirección General de Antigüedades y Museos.
Saad agrega que en la era romana, el templo fue reconfigurado y expandido bajo la dirección del arquitecto Apolodoro, nacido en Damasco, y recibió el nombre de Templo de Júpiter.
A comienzos del siglo IV d.C, el templo fue separado de la ciudad por dos masas de muros, dijo Saad, y agregó que las paredes del segundo grupo rodeaban el santuario del templo original de Júpiter, el templo romano más grande de Siria que aún permanece en pie parcialmente y se encuentran al oeste de la Mezquita de los Omeyas, donde aparecen las columnas romanas con las coronas corintias y la parte frontal del arco principal.
E. Dubian/ Riad Sh.