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No pudo tener hijos, pero con su gran corazón y sus nobles sentimientos logró ser la madre de los hijos de los mártires en Siria. Se trata de Shahira Falouh, quien estuvo a la altura de la responsabilidad que le confió el expresidente Hafez Al-Assad cuando la nombró para supervisar las escuelas de los hijos de mártires en Siria.
Damasco, 3 abr (SANA) No pudo tener hijos, pero con su gran corazón y sus nobles sentimientos logró ser la madre de los hijos de los mártires en Siria. Se trata de Shahira Falouh, quien estuvo a la altura de la responsabilidad que le confió el expresidente Hafez Al-Assad cuando la nombró para supervisar las escuelas de los hijos de mártires en Siria.
“Una mujer con tremendo prestigio e historial”, así la describió Hafez Al-Assad ya que Falouh dispone de una carrera profesional llena de amor, devoción y lealtad, para luego ser nombrada como Directora General de Escuelas para Hijos de Mártires en 1981.
Nació en el pueblo de Basir, en la provincia sureña de Deraa; luego se mudó con su familia a Jordania, donde pasó su infancia. Estudió en la Escuela de las Hermanas de Nazaret en la capital Amán, y luego se casó y regresó a su país natal.
Falouh encarnó la mujer siria luchadora y culta, y fue un verdadero ejemplo del dicho “al que le falta algo, lo da con un gran amor”. Ella no pudo experimentar el sentimiento de maternidad con sus hijos biológicos, pero Dios le regaló una fuerte emoción que era suficiente para amar a todos los huérfanos.
Una carrera llena de logros
Tras su regreso a Siria, se unió a la Unión de Mujeres en Latakia e hizo gran aporte a la realización de muchos cursos de alfabetización, taquigrafía y mecanografía.
Continuó su carrera en la Unión de Mujeres después de mudarse a Deraa y asumió la oficina administrativa de la Unión en 1974. Trabajó para establecer unidades de mujeres en la mayoría de las aldeas, además de emprender muchos cursos de alfabetización, artesanía, entre otros.
Se postuló para ser diputada en la Asamblea del Pueblo y ganó las elecciones de 1976.
Un noble mensaje pese a la guerra
La guerra impuesta a Siria durante más de 13 años dejó a muchos niños sirios sin padres y a veces sin madres, y puso a Falouh ante muchas tareas difíciles resultantes del creciente número de hijos de mártires, además de las sofocantes condiciones económicas del país, pero quien la eligió a ella sabía que ninguna mujer en el país podría ser tan fuerte y exitosa como ella.
Un día antes del conflicto, un visitante extranjero le preguntó ¿Cuál es la necesidad de Siria de construir escuelas para hijos e hijas de mártires?, ella contestó con confianza y calma lo mismo que dijo el líder fundador Hafez Al-Assad, “estamos en un estado de confrontación con el enemigo sionista y estas escuelas no se cerrarán aunque quede un solo estudiante huérfano”.
Una dama que mereció ser condecorada
Cualquiera que visite en la actualidad la Escuela de Hijos de Mártires, se da cuenta de la gran atención prestada a estos centros en lo relativo a los medios docentes, recreativos y médicos; y no es de extrañar que los egresados de estas Escuelas lleguen a ocupar en el futuro alto cargos en el Gobierno.
En 2021, el presidente Bashar Al-Assad, otorgó a Falouh la Medalla al Mérito Sirio de excelente grado en reconocimiento a su carrera nacional y sus grandes esfuerzos en el cuidado de los hijos e hijas de los mártires en los niveles humano, social y educativo.
watfeh salloum/fm
