Damasco, 27 sep (SANA) El titular del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, calificó de reveladora la histeria con la que Occidente se ha comportado ante los referendos celebrados entre las poblaciones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Pese a la presencia de observadores internacionales en el proceso electivo quienes han reiterado el carácter voluntario de los ciudadanos de esas regiones de acudir a los referendos, espacios mediáticos como el New York Times han acusado imposición de la voluntad del presidente Vladímir Putin sobre la posible incorporación de los territorios a la Federación Rusa.
En tanto, sitios como la agencia Reuters, radicada en el Reino Unido, apuntan que los referendos son organizados por Rusia y que los resultados serán desconocidos por las naciones occidentales. Sputnik conversó con el historiador y geoanalista mexicano Christian Nader para comprender los alcances de esta posición mediática en torno a un proceso de elección popular.
Ocho años de desinterés y demonización
La posición discursiva de Occidente ante los referendos de estos días es de continuidad con los últimos ocho años, expone el internacionalista.
“Occidente jamás puso atención a lo que estaba pasando la población del Donbás, de Donetsk y Lugansk, con respecto al exterminio, a las agresiones realizadas por la junta militar de Kiev, desde ese momento ya hay un problema porque prácticamente fueron invisibilizadas las víctimas, estamos hablando de entre 15.000 y 20.000 personas, que en un principio no se identifican como prorrusos, hablan la lengua rusa y lo que querían era mayor autonomía”, declara Christian Nader.
“¿Y justamente cómo responde la junta golpista de Kiev?, solamente agrediéndolos. Pero es lógico: si no los escucharon durante los últimos ocho años y cuando lo hacían, más que invisibilizarlos, los criminalizaban como prorrusos, como separatistas, porque utilizan muy bien este lenguaje y esta retórica muy de demonización, pues obviamente jamás lo van a hacer en este momento, no podíamos esperar otra cosa”, acusa.
En cambio, cuando Washington fomenta el separatismo, siempre ilumina como héroes de la democracia a quienes enarbolan propuestas de diferenciación política de un centro, como podría suceder en el caso de Hong Kong y Taiwán ante China.
¿Qué reglas de la democracia desestima Occidente?
A pesar de que los referendos en los territorios considerados autónomos por Moscú desde febrero de 2022 cumplen con reglas de objetividad, como la presencia de observadores internacionales, Washington y otras fuerzas occidentales los han estimado falsarios.
“Los referendos de Rusia son una simulación, un pretexto falso para tratar de anexarse partes de Ucrania por la fuerza, en flagrante violación al derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas”, declaró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 23 de septiembre.
Sin embargo, Nader considera que se trata de un proceso democrático organizado, a pesar de que no se realiza en las mejores condiciones y se desenvuelve inclusive entre amenazas, como el bombardeo de fuerzas ucranianas contra Lugansk durante la jornada electiva.
“Siempre que sea un proceso antagónico a Washington o a las otras potencias occidentales, siempre va a ser demonizado”, valora.
Sin embargo, casos como el de Escocia o Cataluña, ambos con movimientos separatistas del Reino Unido y España, respectivamente, abren interrogantes sobre las legitimidades de los estados nacionales, apunta el historiador, pues si sus poblaciones se ven amenazadas por sus gobiernos centrales, necesariamente buscarán respaldo en identidades afines.
“Y vincularse a cualquier nación, sea una potencia o no, que por lo menos tenga una afinidad lingüística o étnica, como es el caso de Rusia con la población de Donetsk y Lugansk”, agrega Nader.
Un referendo que exhibe una agresión persistida
El referendo que desarrollan Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, considera el geoanalista, no nada más dictaminaría que las mayorías poblacionales de esos territorios buscan desligarse de Ucrania, sino también que hay una agresión de años en su contra desde Kiev.
“Sería bastante tonto desperdiciar recursos económicos, tiempo, energía de la población por salir de un país que a fin de cuentas lo respeta, pero esto no es así, es también consecuencia de una política etnocida por parte de Kiev en los últimos ocho años”, describe.
Incluso el analista considera que este proceso de referendo demoró mucho, si se considera que las regiones del Donbás buscan su declaratoria de autonomía desde mucho antes, en un proceso que fue respaldado desde el Kremlin de cara al inicio de la operación militar especial de febrero de 2022.
Urna de votación en el referendo unionista en Donetsk – Sputnik Mundo, 1920, 25.09.2022
El ejemplo de Crimea
Si gana la mayoría por la incorporación del Donbás, Jersón y Zaporiyia a la Federación de Rusa, los ataques que puedan lanzar las fuerzas armadas ucranianas contra el territorio se considerarán agresiones contra el territorio nacional ruso, recuerda el internacionalista.
“En Donetsk y Lugansk se va a repetir el caso de Crimea, van a ser ya parte de la Federación de Rusia, todavía no se sabe en Zaporiyia y en Jersón”, adelanta, en un proceso de cercanía cultural que tiene al menos 300 años de antigüedad, desde los años de Catalina la Grande, que gobernó en el siglo XVIII.
Sin embargo, considera, sea cual sea el resultado, la actitud occidental hacia esos territorios no va a cambiar, sino que por el contrario, las agresiones contra la población del Donbás van a continuar. “Y ahí sí se va a poder dar una declaración de guerra por parte del Kremlin, ¿por qué?, porque ya están atacando a su propio suelo y a sus propios ciudadanos”.
“Es un mecanismo muy eficiente que también resultó en Crimea: en el momento en que Crimea declara su independencia y posteriormente se adhiere a la Federación Rusa, ahí los ataques totalmente genocidas por parte de Kiev se detienen porque ya es ir en contra de Rusia directamente en su territorio”, apunta.
¿Estados Unidos respeta la democracia?
Además de llamar simulación a los referendos del Donbás, históricamente Estados Unidos ha desestimado procesos electorales en países como Cuba, China, Nicaragua, Venezuela o Bolivia, mientras el titular del Departamento de Estado, Antony Blinken, declara ante Naciones Unidas que ningún país debe redibujar las fronteras de otro mediante la fuerza, como sucedió el 22 de septiembre.
Nader califica de hipócrita la posición del funcionario de la Administración Biden toda vez que no sólo el actual territorio estadounidense se basa en el despojo de la nación mexicana, sino que ostenta ocupaciones ultramarinas en el caso de Puerto Rico y Hawái, al menos. “Ese cinismo ya es totalmente desfachatado cuando la historia de Estados Unidos se ha basado en reescribir las fronteras” no sólo propias, sino de otras regiones, como el Medio Oriente.
“Cualquier proceso democrático que, incluso con observadores occidentales, por ejemplo el venezolano, que ellos dictaminen que es un proceso democrático, Estados Unidos jamás lo va a reconocer, y cuando un resultado no los satisface por supuesto ponen en práctica las herramientas que todos conocemos: golpes de Estado, golpes paramilitares o militares, ahora el famoso lawfare, este golpe legislativo, agresiones económicas, etcétera”, reclama Nader.
Fuente: Sputnik