El silencio cómplice de Occidente ante el asesinato en las afueras de Moscú de la periodista Daria Dúguina, hija del emblemático filósofo y pensador ruso Alexandr Dúguin, constituye una abierta invitación a la eliminación física de las voces no alineadas con la narrativa occidental.
Damasco, 24 ago (SANA) El silencio cómplice de Occidente ante el asesinato en las afueras de Moscú de la periodista Daria Dúguina, hija del emblemático filósofo y pensador ruso Alexandr Dúguin, constituye una abierta invitación a la eliminación física de las voces no alineadas con la narrativa occidental.
Una narrativa donde el régimen de Kiev aparece como un ‘guardián de la democracia’, la OTAN se presenta como un bloque militar ‘defensivo’, al tiempo que Rusia es señalada como la mayor amenaza para la humanidad.
Una amenaza que debe ser eliminada, tal y como establecen los documentos adoptados en la última cumbre de la ‘alianza defensiva’, y tal y como no deja de reiterar el jefe de la ‘diplomacia’ europea, Josep Borrell, quien acaba de anunciar la creación de una “potente misión” europea para adiestrar al Ejército de Ucrania.
Una iniciativa aplaudida por sus colegas, como el embajador ucraniano en Kazajistán, Petró Vrubliovki, quien llamó a asesinar al mayor número posible de rusos. “Mientras más rusos matemos ahora, menos tendrán que matar nuestros hijos”, argumentó el ‘diplomático’, sin que sus declaraciones fueran repudiadas por la llamada ‘comunidad internacional’.
Para el jurista español Antonio Escusa, quien trabajó como desactivador de explosivos durante más de 20 años, “todo el bloque occidental” hace lo contrario a “intentar bajar la escalada bélica” en Ucrania y “llegar a un acuerdo diplomático”. “Es una espiral muy preocupante”, alertó el experto.
Fuente: Sputnik