Serguéi, de 45 años, llegó de Moscú: “Cuando mi país está en conflicto, me parece poco ético estar al margen. Es lo primero. Además, mejor voy yo a que lo hagan jóvenes de 18 años”.
Damasco, 28 jul (SANA) La Universidad Rusa de Fuerzas Especiales, con sede en la ciudad chechena de Gudermés, adiestró a más de 4.000 voluntarios de todo el país antes de que sean enviados a la zona de la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Aliján sirvió nueve años en las fuerzas especiales de Daguestán: “Seguir desde el sofá de casa lo que está ocurriendo en Ucrania ha sido categóricamente imposible para mí, no tengo palabras para describir lo que está pasando allí”.
El voluntario agradeció al líder checheno, Ramzán Kadírov, por brindarles esta oportunidad de sumarse desde distintas partes de Rusia, por reunirlos y por brindarles este adiestramiento: “Tenemos un excelente presidente, Vladímir Putin, y estamos listos para cumplir cualquier objetivo a cualquier hora del día o de la noche, sin que nos importe la opinión de Occidente. Estamos dispuestos a cualquier sacrificio para cumplir los objetivos planteados”.
Agregó que la mayoría de ellos ya tiene experiencia y un alto nivel de preparación. “En mi caso, serví nueve años en las fuerzas especiales de la república de Daguestán y puedo decir que el nivel de la formación que ofrece esta universidad es altísimo, ni siquiera encuentro palabras para expresar toda mi admiración”, resaltó.
Otro voluntario apodado como SV viajó desde la ciudad de Volgogrado: “Soy una persona muy patriótica y sigo muy de cerca la situación de Ucrania desde el año 2014, es decir, cuando se produjo el golpe de Estado”.
SV estuvo entre los primeros en participar en misiones humanitarias en Crimea: “Me tocó ver marchas de neonazis en Ucrania, cuyos participantes coreaban consignas antirrusas, entre otros hechos enmarcados en la estrategia para borrar todo lo relacionado con Rusia: su gente y su idioma. Una estrategia, promovida por EEUU, que desembocó en los bombardeos contra Donbás, de manera que esperaba ansioamente el comienzo de una operación militar para frenarlo”.
Este voluntario armenio agregó que sabe lo que significa vivir bajo los bombardeos, ya que participó en el conflicto de Nagorno Karabaj.
“Quienes no lo vivieron no se dan cuenta del desastre que constituyen los bombardeos para la población civil. Cuando comenzó la operación especial militar, me dije a mí mismo: ‘Ha llegado la hora para poner fin a las persecuciones de la población rusa’. Intenté de todas maneras unirme a los combatientes, pero no me dejaban debido a mi edad, pero, felizmente, las autoridades de Chechenia organizaron la formación de voluntarios y me aceptaron”, valoró.
El voluntario Alexéi es de la ciudad de Nizhni Nóvgorod: “La gente está muriendo y creo que es una obligación sagrada para cualquier hombre defender su país. Fue muy grato descubrir que todos los reunidos aquí tenemos la misma visión, algo que no me sorprende, ya que en nuestro país abundan hombres dignos y listos para proteger a su patria”.
Serguéi, de 45 años, llegó de Moscú: “Cuando mi país está en conflicto, me parece poco ético estar al margen. Es lo primero. Además, mejor voy yo a que lo hagan jóvenes de 18 años”.
“Otro punto de inflexión para mi fue un reportaje sobre un proyectil ucraniano que alcanzó a niñas mientras jugaban en un patio. Tenían tan solo 3 y 5 años de edad. Yo mismo tengo cinco hijas, así que esta barbaridad también me empujó a tomar esta decisión. Cuando nuestro presidente firmó la ley que retiró el límite de edad para servir en el Ejército no vacilé ni un segundo en venir aquí”, concluyó.
Fuente: Sputnik