Damasco, 20 feb (SANA) Zelenski quiere un sistema de garantías como el que ofrece la OTAN. Cancillería de Rusia publica texto de respuesta de Moscú a Washington sobre garantías de seguridad. Ucrania, un conflicto en el que pierden todos excepto EEUU. ¿Hillary Clinton a la cárcel? Acusada de hackear servidores de la Casa Blanca. Estos y otros temas en Octavo Mandamiento.
Fantasías de Zelenski
El tema de garantías de seguridad en Europa planteado por Rusia y que se convirtió en el asunto más comentado actualmente, ha sido “enriquecido” por una iniciativa del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien declaró que Kiev debe recibir “un sistema de garantías” igual al que se ofrece a los países de la Alianza Atlántica.
“La OTAN es básicamente la única alianza de seguridad existente a la que Ucrania podría unirse en la actualidad”, afirmó Zelenski en una entrevista con la agencia RBC Ucrania, destacando que el proceso de la adhesión del país eslavo a la organización podría tardar “años y no meses”.
Así, el mandatario ucraniano expresó que mientras su país no forme parte de la Alianza Atlántica, tiene que recibir “un sistema de garantías”. “Al menos en teoría, no debería ser inferior al sistema ofrecido a los países de la OTAN”, subrayó.
Según el jefe del Estado, es necesario elaborar “un documento global” con garantías de seguridad para Ucrania, firmado por EEUU y Rusia, entre otros. “Debería haber tres o cuatro o cinco puntos sobre la seguridad de nuestro país”, recalcó.
Por otra parte, Zelenski también aseveró que Ucrania no necesita tropas extranjeras en su territorio. “No queremos dar a la Federación de Rusia más razones para decir que tenemos bases aquí y que tienen que defenderse”, señaló.
La reacción de Moscú a esa iniciativa ucraniana no tardó en producirse, y fue expresada por el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov.
“Si se trata de la seguridad de Ucrania y de las vías para garantizarla, desearía que volviéramos a la rueda de prensa conjunta del presidente [Vladímir] Putin y su homólogo francés [Emmanuel] Macron al término de sus conversaciones en el Kremlin, durante la cual el líder ruso explicó muy detalladamente y con elocuencia, por qué la seguridad de Ucrania garantizada a costo de su ingreso en la OTAN es inaceptable para Rusia y supondría un atentado directo contra la seguridad de la Federación de Rusia. Estamos convencidos que se pueden buscar otras vías para garantizar la seguridad, no sólo de Ucrania, sino de todos los países de nuestra región, incluida Rusia”, citó Lavrov las palabras de Putin.
Cumbre Putin-Lukashenko en Moscú
Mientras, este viernes se celebró en el Kremlin una reunión entre el presidente, Vladímiir Putin, y su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, centrada en la agenda bilateral y los problemas acuciantes de la actualidad, como las relaciones de ambos países con Occidente, y la tensión en torno a Ucrania.
Putin ha reiterado que el restablecimiento de la paz civil y la reducción de las tensiones en Ucrania radica en el cumplimiento de los Acuerdos de Minsk, postura que comparte también su homólogo bielorruso Alexandr Lukashenko.
“Todo lo que tiene que hacer Kiev es sentarse a la mesa de negociaciones con los representantes de Donbás y acordar las medidas políticas, militares, económicas y humanitarias para poner fin al conflicto, y cuanto antes esto ocurra, mejor. Por desgracia, ahora mismo estamos observando lo contrario, una escalada de la situación en Donbass”, lamentó Putin.
Lukashenko, por su parte, declaró que Rusia y Bielorrusia deben hacer frente a la presión económica por parte de Occidente. “Es importante […] contrarrestar toda la presión económica tanto contra ustedes [Rusia], como contra nosotros [Bielorrusia]”, dijo Lukashenko.
El mandatario bielorruso agregó que actualmente “el ámbito político y militar ocupa puestos de liderazgo” debido a los “esfuerzos de los socios occidentales”. En este contexto destacó que Moscú y Minsk se ven obligados a reaccionar a la presión externa “tanto mediante nuestros ejercicios militares, como mediante la diplomacia”, indicó.
Rusia y Latinoamérica potencian sus vínculos militares
La presente gira por Latinoamérica de una delegación rusa encabezada por el vice primer ministro, Yuri Borísov, está siendo seguida con lupa por los medios occidentales.
Una gira que comenzó en Venezuela, donde Borísov se reunió con el presidente de la nación caribeña, Nicolás Maduro. Las partes revisaron su cooperación bilateral, abordando “cada uno de los detalles”. En este contexto, el mandatario venezolano manifestó que “las relaciones Rusia-Venezuela cada vez adquieren mayor nivel estratégico, más profundidad, mayor fortaleza histórica”.
Particularmente, destacó el avance de la cooperación comercial entre Caracas y Moscú, al tiempo que indicó que más de 15.000 rusos visitaron el país como parte de los acuerdos en el área de turismo. En este contexto, subrayó que Venezuela está en condiciones para aumentar el número de vuelos semanales a la capital rusa, y dijo que próximamente dará una “buena noticia”, para que los ciudadanos puedan volar lunes, miércoles, y sábados a Moscú sin escala.
Las partes también evaluaron los acuerdos firmados entre ambas naciones en materias como salud y defensa. Este último tema es el que hizo saltar todas las alarmas en Occidente.
En un artículo, La Voz de América escribe que “Venezuela volvió a entrar esta semana al ruedo de las tensiones diplomáticas y bélicas por Ucrania gracias a la visita de un alto vocero del Gobierno de Rusia, con el que firmó 20 acuerdos y a quien prometió profundizar la ‘poderosa cooperación militar’ entre ambas naciones”.
La siguiente escala de Yuri Borísov fue en Nicaragua. El alto cargo ruso, quien se reunió con el presidente Daniel Ortega, trasladó el interés de Moscú por incrementar la cooperación, incluida militar y tecnológica, con Managua. En particular, se abordó la multiplicación del comercio bilateral, cuya cifra ascendió el año último a más de 160 millones de dólares, al tiempo que la parte rusa confirmó que seguirá brindando el apoyo otorgado, en más de cuatro décadas, al Ejército de Nicaragua, que surgió tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979.
Mientras, este sábado, el vice primer ministro ruso visitará La Habana para “examinar la marcha de la colaboración bilateral”, según el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores. La Cancillería cubana comunicó, a su vez, que Borísov “sostendrá encuentros con diferentes autoridades cubanas”. La agencia Prensa Latina indicó, por su parte, que la delegación rusa incluye a representantes de ministerios y departamentos a cargo de diversas áreas de cooperación comercial, económica, científica y técnica.
Ucrania, un conflicto en el que pierden todos excepto EEUU
El único beneficiario de la crisis de Ucrania es EEUU, donde el miedo del presidente, Volodímir Zelenski, a desobedecer los órdenes belicistas de Washington apunta al peor de los escenarios, según Luis Hernando Muñoz Castañeda, activista colombiano residente en Donbás.
Según Muñoz Castañeda, haberse dejado llevar por Washington en su estrategia antirrusa ha significado un desastre para Ucrania, donde las armas que le están suministrando países como EEUU y el Reino Unido bajo el supuesto pretexto de la ‘amenaza rusa’ no son regalos, sino que suponen el empeoramiento del endeudamiento de este país, cuyo nivel ya ha batido los récords históricos.
Además, la histeria desatada por los medios y políticos occidentales ante la ‘inminente invasión’ rusa hizo agravar la deplorable situación económica de Ucrania, provocando una fuga masiva de capitales.
“Hemos visto por las declaraciones de Zelenski que él le tiene miedo a iniciar una ofensiva en Donbás, pero parece que le tiene más miedo a esta gente que está detrás de él empujándolo”, sostuvo Muñoz Castañeda, al resaltar en este contexto el interés que tiene el complejo industrial militar norteamericano por una guerra a gran escala, al tiempo que el presidente, Joe Biden, aspira a aprovechar el conflicto para recuperar su ‘rating’ que está por los suelos, además de favorecer al negocio energético de EEUU.
Ante esta situación, el activista indicó que el papel asignado al Ejército ucraniano es el de carne de cañón, donde se le manda a “morir” por intereses ajenos.
“Hace como 6 meses [las autoridades ucranianas] empezaron a llenar la línea de frente de pelotones y hoy en día más de 130.000 soldados están esperando el grito de ‘adelante’ para lanzar una ofensiva contra Donbás”, señaló Muñoz Castañeda, al alertar que, en caso de que Kiev no se detenga, se desataría una guerra “que podría ser grave, no solamente a nivel local, sino para toda Europa y, tal vez, para toda la humanidad”.
Un escenario que, obviamente, preocupa a Donbás.
“Hoy en día aquí nadie piensa que es posible volver a Ucrania. Lo único que queremos es que nos dejen en paz y nos dejen trabajar. Para nosotros lo más importante es no pelear, no guerrear”, subrayó el activista, al desmentir las falsas denuncias de Kiev sobre las hostilidades por parte de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
De la misma manera, desmintió los supuestos planes de ‘invasión’ de Rusia, indicando, entre otros argumentos, que “Ucrania sería un gran peso” para Moscú.
En esta línea, insistió en que la intención de Rusia es “detener” el conflicto, propiciando “la estabilidad”, tal y como consiguió en el caso de Siria.
Fuente: Sputnik