Damasco, 29 nov (SANA) 82 años han pasado al crimen de arrebatarle a Siria su territorio en Alejandreta, sin embargo, el fatal recuerdo de aquel hecho permanece aún en la conciencia de los sirios que se aferran a su derecho a recuperar cada palmo de la tierra de su patria por muy que pase el tiempo.
El complot en que fue arrancada Alejandreta en 1939 se consumó a raíz de una falsificación de la realidad acorde a un tratado tripartito entre Turquía y las ocupaciones francesa y británica.
El acuerdo tuvo lugar como soborno a cambio de que Turquía se posicionara con los aliados en la segunda guerra mundial. Cuando entonces, Ankara aprovechó el desato de la guerra el 1º de septiembre de 1939 así como la situación existente en Europa y la necesidad de los aliados de inclinarla hacia su bando o mantenerla neutral dado que controlaba importantes estrechos marítimos, por lo tanto, se anexionó Alejandreta.
Sin embargo, la entonces Junta de Naciones no reconoció dicho paso ni su sucesora la Organización de las Naciones Unidas lo cual significa que desde el punto de visto internacional Alejandreta es considerada territorio sirio.
Alejandreta se encuentra en la parte noroeste de Siria y con unas vistas al Mediterráneo con una extensión de 4800 Km2. Más de un millón de personas en su mayoría son árabe-sirios habitan en esta región mientras el promedio de los turcos no excedía del 20% de los residentes en 1920.
La ocupación procedió a cambiar la toponimia y demografía, desplazó a muchos sirios y abolió la enseñanza y trámites legales en idioma árabe, así como impuso la moneda turca en contravención de las normas establecidas por la Liga de Naciones que funcionaba como organismo internacional en la época cuando fue arrebatada Alejandreta.
Los nombres de las ciudades, las montañas y las llanuras en Alejandreta todavía perduran el espíritu de la región y su historia, hablan a través de su identidad de la tierra madre, como Antalya, Iskenderun y al-Swiediya, que son nombres que reflejan el arabismo de las ciudades.
fm/ws