Hasakeh, SANA
La artesanía de tamices o cernidores de madera presenció paulatina recuperación desde hace dos años tras estar bajo amenaza de extinción, ya que los terroristas impedían antes ingresar las materias primas necesaria para esta industria en la provincia nororiental de Hasakeh.
En una entrevista con SANA, el artesano Abu Kamel, dijo que él lleva más de 35 años ejerciendo esta profesión en su tienda ubicada en un mercado del centro de Hasakeh.
“Comencé a trabajar en 1987 en esta profesión con materias primas que se importan de la ciudad de Damasco., y fabrico diferentes tamaños de tamices para usarlos por los agricultores de granos”, explicó.
Agregó que sólo hay tres artesanos en la ciudad que siguen dedicándose a esta profesión necesaria para cernir bulgur, trigo, garbanzos, frijoles, entre otros cereales.
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