Viena, SANA
Siria reiteró su compromiso con la lucha contra la delincuencia organizada y su disposición a modernizar sus leyes nacionales de acuerdo con los convenios internacionales relativos a este tema, aseveró el embajador Bassam Sabbagh, representante permanente de la República Árabe Siria ante la oficina de las Naciones Unidas en Viena.
Durante su intervención en el Décimo Período de Sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional en Viena, Sabbagh señaló que el Gobierno sirio ha emitido en los últimos años un paquete de leyes destinadas a enfrentar la delincuencia organizada transnacional, y señaló que el Comité Nacional Sirio para Combatir la Trata de Personas ha elaborado un plan nacional integral entre 2020 y 2022 para impedir este delito.
Valoró la labor de la Oficina de Lucha contra la Droga y Delincuencia en Viena, y le pidió brindar más ayuda a Siria que se enfrenta a circunstancias excepcionales desde 2011.
Recordó que en los últimos años un gran número de elementos terroristas y criminales muy peligrosos han ingresado en Siria provenientes de distintos países del mundo y apoyados por actores tanto regionales como internacionales que les brindaron dinero, armamento y sofisticados medios de comunicación.
El diplomático agregó que esos grupos terroristas bárbaros practicaron todas las formas de delincuencia organizada, incluido la trata de personas, tráfico de órganos, la explotación sexual y la destrucción y el saqueo de antigüedades sirias, muchas de las cuales se remontan a periodos previos del nacimiento de Cristo.
Denunció que más de 900 sitios arqueológicos considerados como una parte importante del patrimonio cultural sirio han sido saqueados y saboteados por esos terroristas.
Explicó que las medidas económicas coercitivas unilaterales impuestas por la Unión Europea y EEUU a Siria han provocado una ola de desplazamiento de la población a campamentos de refugiados en países vecinos, y lo cual dio lugar al creciente fenómeno de la trata de personas, especialmente niños, tráfico de órganos humanos, matrimonio de niñas menores de edad, etc.
“Esto exige la elaboración inmediata de un plan de acción internacional y serio para proteger a los sirios que viven en esos campamentos y ayudarles a retornar a sus hogares, así como levantar las medidas ilegales que impiden a estos últimos vivir en dignas condiciones de vida”, señaló.
Concluyó con dirigir un llamamiento a los países partes del Tratado a asumir su responsabilidad para fortalecer el papel de la ONU en la lucha contra el crimen organizado trasnacional.
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