Damasco, SANA
Su eminencia Mar Ignacio Apfram II, el patriarca de Antioquia y todo Oriente y máximo jefe de la Iglesia Ortodoxa en el mundo, consideró que cortar el agua potable por parte del ocupante turco en Hasakeh constituye una violación flagrante de los derechos humanos.
“Les escribimos con profunda preocupación y fuerte condena sobre la actual catástrofe humanitaria que vive la provincia siria de Hasakeh, donde se niega el derecho a la vida para más de un millón de sirios”, dijo el patriarca en un mensaje dirigido al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, y a la presidenta del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michel Bachelet, y al presidente de la Unión Europea, Charles Michel.
Indicó que por décimo día consecutivos, el ocupante turco y sus mercenarios cortan el agua potable de Hasakeh, lo cual constituye una violación flagrante de los derechos básicos del hombre.
“Eso amenaza la vida de enfermos y niños en medio de la propagación de la pandemia del nuevo Coronavirus y las altas temperaturas que superan los 40 grados”, aclaró en su mensaje.
Tachó de acto barbárico e inhumano al uso del agua como arma y denunció el silencio de la comunidad internacional a pesar de los repetidos llamamientos para detener ese crimen de lesa humanidad.
El patriara responsabilizó a la comunidad internacional de las consecuencias de esa acción inmoral y pidió que se solucionara esta situación de inmediato al garantizar el agua potable y el envío de ayudas a los necesitados en Hasakeh.
F.M