Damasco, SANA
Los enormes bloques de rocas y los troncos de árboles atraen al escultor Issa Salameh, quien con sus talentosas manos, los convierte en obras escultóricas que rinden tributo a los mártires o a grandes figuras del pasado y el presente de Siria.
Nacido en la ciudad costera de Banias, Salameh recibió varios reconocimientos y galardones por sus obras que se caracterizan por la originalidad y la creatividad.
Ganó varios concursos de escultura y participó en varios encuentros de esculturas nacionales e internacionales, entre ellos el festival “Ishtar” que recorrió al mundo.
En declaraciones a SANA, Samaleh aseguró que su amor por la escultura lo acompañó desde la infancia cuando ejercía su pasatiempo con herramientas simples y de forma innata sin un maestro e inspirado de la naturaleza.
La mitología siria es mi identidad intelectual y escultórica, pues de Siria salió al mundo el primer alfabeto hace miles de años, y se construyeron templos y palacios, explicó.
Destacó la posición de la mujer en sus obras y afirmó que siempre trata de mostrarla en sus obras como un símbolo del amor, la fertilidad y la generosidad, y por ser la columna vertebral de la sociedad.
F.M