Damasco, SANA
Fuentes diplomáticas del Consejo de Seguridad de la ONU han señalado que EEUU se ha opuesto a una declaración propuesta por Rusia para apoyar el recién suscrito alto el fuego en Idleb.
Un acuerdo de alto el fuego, firmado por el presidente ruso Vladimir Putin, y el presidente del régimen turco, Recep Tayyip Erdogan, ha estado vigente en el norte de Siria desde el viernes 6 de marzo. El acuerdo garantiza un corredor desmilitarizado de seis kilómetros a ambos lados de la autopista internacional M4 y reconoce las ganancias de 1.900 km2 obtenidas por el Ejército sirio en su reciente ofensiva, incluyendo su control de la autopista internacional M5, que une Damasco y Alepo y acaba de ser reabierta.
La razón detrás de los esfuerzos de EEUU para bloquear la adopción de una declaración del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que respaldaba el alto el fuego acordado entre Rusia y Turquía en la provincia de Idleb, en el noroeste de Siria, es que las autoridades estadounidenses están “muy frustradas” porque no han logrado derrocar durante años al legítimo gobierno de Siria, señala un analista político estadounidense.
“Lo que hay detrás de los esfuerzos de EEUU para bloquear el respaldo de la ONU al alto el fuego en Siria es simplemente que EEUU ha estado tratando de destruir al gobierno sirio legítimo durante los últimos nueve años y con ese fin ha respaldado a los turcos y a todos los grupos extremistas que operan en Siria, desde los Cascos Blancos, vinculados a Al Qaida, hasta el Frente al Nusra, que cambia de nombre cada dos semanas”, dijo J. Michael Springmann, ex diplomático estadounidense en Arabia Saudí, en una entrevista con Press TV el sábado.
“Los estadounidenses están muy frustrados … porque no pudieron derrocar al gobierno sirio con sus propios esfuerzos, los de la CIA, ni tampoco con su apoyo a los terroristas y su respaldo total al ejército turco que opera en Siria”, agregó.
La firma del acuerdo de Moscú entre Putin y Erdogan puso fin a los intentos del secretario de Estado, Mike Pompeo, de establecer una alianza turco-estadounidense para derrocar al presidente Bashar al Assad, un proyecto que ya fue anunciado por el ex asesor de seguridad nacional de EEUU John Bolton en septiembre de 2018. De este modo, la presión militar, política y diplomática de EEUU dirigida a derrocar al presidente sirio y sacar a las fuerzas iraníes de Siria se ha saldado con un gran fracaso.
Los éxitos del Ejército sirio en Idleb pusieron fin no solo a los sueños neo-otomanos de Erdogan, sino también a las ilusiones de Pompeo y su representante para Siria, James Jeffrey. Este último visitó Idleb para celebrar la “victoria” que preveía Erdogan con la ofensiva de los grupos terroristas y los propios militares turcos. Este ataque buscaba controlar las dos estratégicas rutas M5 y M4 y toda la provincia de Idleb y el oeste y suroeste de Alepo y revertir las ganancias obtenidas en los días anteriores por el Ejército sirio. Sin embargo, la ofensiva de los grupos terroristas constituyó un fracaso y el Ejército sirio logró recuperar Saraqib y otras localidades estratégicas.
Jeffrey, conocido por sus conexiones con el complejo militar industrial, también creía que una exitosa ofensiva turca en Idleb y Alepo allanaría el camino para el suministro del sistema antiaéreo y antimisiles Patriot a Turquía. Él es conocido por sus continuas demandas para proporcionar tal sistema a Turquía, que se ha visto frustrada por el rechazo de los generales del Pentágono a tal venta, en especial después de la adquisición de los S-400 rusos por parte de Ankara.
Los generales del Pentágono, que consideran a su “aliado” kurdo más eficiente y menos caro que al segundo ejército de la OTAN, enterraron el suelo de James Jeffrey de entregar los sistemas Patriot durante los combates en Idleb. También existía el temor a que una mala actuación del sistema, en especial contra los avanzados aviones rusos, dañaría aún más su dañada reputación.
De este modo, la actuación del Ejército sirio, de la unidad de élite Radwan de Hezbolá y de otros combatientes de la Resistencia, apoyados por la Fuerza Aérea de Rusia, dio al traste con los sueños no solo de Erdogan, sino también de Pompeo, Jeffrey y otros responsables estadounidenses.
Por Yusuf Fernández
Fuente: Al-Manar TV en español