Damasco, SANA
Unos 50 mil desplazados sirios que malviven en el campamento de Rukban, en la frontera entre Siria y Jordania, están sufriendo circunstancias desastrosas, a consecuencia de incendios, las malas condiciones atmosféricas y los intentos de explotar su sufrimiento por parte de regímenes regionales que lloriquean a las puertas de organizaciones internacionales para obtener dinero y ayudas que no llegan a los necesitados.
Además, la presencia ilegal de las fuerzas estadounidenses en el área de Tanf, que prohíbe el acceso de la ayuda, está exacerbando la situación humanitaria de los desplazados internos.
Los medios de comunicación y los informes de las Naciones Unidas afirman que 15 niños desplazados murieron como consecuencia de las bajas temperaturas y las difíciles condiciones de vida en el campamento.
El estado sirio ha hecho todos los esfuerzos para abrir corredores seguros para evacuar a las personas desplazadas tomadas por grupos terroristas y sus partidarios como “escudos humanos” en las áreas donde están desplegados, así el estado ha creado centros de recepción abiertos y proporcionó las necesidades básicas en colaboración con ministerios y asociaciones civiles.
Esta situación también se puede ver en el norte donde la situación de los desplazados internos ha empeorado después de los enfrentamientos entre los terroristas “Hayat Tahrir al-Sham” y las redes terroristas del llamado “Frente de Liberación Nacional”.
Las fuentes mediáticas e informes desde el terreno aluden al estado de pánico entre los civiles en los campamentos y las aldeas circundantes y los asentamientos en la zona desmilitarizada y las áreas circundantes, donde docenas de civiles y han muerto o resultado heridos.
Los esfuerzos del gobierno en los últimos meses han ayudado al retorno desde Líbano de miles de sirios desplazados a través de los puestos fronterizos Jdeidet Yabous, Zamrani y Dabboussya en los dos suburbios de Damasco y Homs y desde Jordania a través del puesto fronterizo de Nassib.
Ammar H. Riad Sh.