Al Mayadeen desenmascara rol de Qatar y Arabia Saudita en la crisis siria

Damasco, SANA

La cadena Al Mayadeen difundió un reportaje de análisis bajo el título “Conflicto del Golfo exige una revisión qatarí a su intervención en Siria” el cual destaca que las declaraciones del ex primer ministro del régimen de Qatar, Hamad Ben Jassim, revelan la gran implicación de Qatar y Arabia Saudita en el apoyo, tanto militar como financiero, a los grupos armados y extremistas en Siria, así como a los diferentes consejos de la oposición siria. Dicho apoyo ha sido inaugurado y dirigido por Hamad Ben Jassim desde el mismo inicio de la guerra contra Siria. La revisión presentada por Ben Jassim se produjo después de la escalada de la disputa del Golfo y del aislamiento total a Qatar, país que busca actualmente encontrar salidas a través de los propios aliados de Damasco.

Pasaron seis años desde la suspensión de la membresía de Siria en la Liga de los Países Árabes. Quien ha dirigido la campaña de acabar con el rol oficial de Siria en el plano diplomático árabe, salió ahora de ese escenario para expresarse con algo diferente. Hamad Ben Jassem volvió nuevamente para reconocer que había sido un error.

Los consejos de la oposición han sido la punta de lanza de la intervención de Qatar contra Siria. Empezando por el Consejo de Antalya, en junio del 2011, hasta llegar a todas las instituciones que se han establecido más tarde con diferentes sedes a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria, en Rihaniya, Antioquía y Gaziantep.

En julio del 2011, Riad al-Asaad anunció la creación del denominado “Ejército Libre”, como brazo militar de la intervención de Doha y Riad, una vez terminado el primer año de la guerra, un suicida en el barrio damasquino de Midan echó abajo el mito pacífico del movimiento, tras provocar la caída de 30 mártires de la policía, y que finalmente tomó la dirección del terrorismo bajo las banderas de “Al-Nousra” y sus hermanas.

En diciembre del 2013, la ofensiva conjunta llevada a cabo por el “Ejército del Islam” y “Ahrar al-Sham”, contra los almacenes del Ejército Libre que se encontraban en la zona de Bab Al-Hawa en la provincia de Idleb, representó el momento de la polarización y repartición de influencia en el terreno sirio entre Qatar y Arabia Saudita, marginando al Ejército Libre, que no solo les parecía eficaz en el combate contra el Ejército Sirio, sino que ha hecho incorporar sus propias unidades a grandes bloques, tales como Al-Nousra, Ejército del Islam y Ahrar al-Sham, y de este modo quedó incapaz de poder actuar sin el visto bueno de dichos bloques, ya que ellos son los que llevaban en sus manos el financiamiento y el armamento, que llegan directamente de Arabia Saudita, Qatar y Turquía.

La zona de Ghouta oriental fue escogida como el terreno adecuado para el trabajo de los servicios de inteligencia saudita y el Ejército del Islam. La estrategia favorecida por los sauditas decidió atrincherarse en las afueras de Damasco, y convertir a Ghouta en el centro de operaciones para invadir a Damasco. Todo terminó en un total fracaso. Por otro lado, decidieron también que la zona de Qalmoun sea un Emirato de Abu Malek Al Talli respaldado por Qatar antes de se acabara con su presencia a manos del Ejército regular sirio y la Resistencia.

Con el nuevo conflicto del Golfo, Qatar trata de presentar a sí misma como parte de la lucha contra el terrorismo y contra los grupos Takfiríes en Siria, después de haber sido el núcleo de la fuerza de combate de los grupos armados. Este es un objetivo que converge con la política rusa. Moscú trató de mediar en aras de abrir un canal de contactos entre Doha y Damasco, pero esta última rechazó y exigió la aprobación del pueblo sirio al respecto.

 

Fady M.-Y.K.

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