Nueva York, SANA
El embajador de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari, afirmó que el régimen de Arabia Saudí es el último que puede hablar de derechos humanos en Siria.
El funcionario sirio describió como una paradoja en sí misma a la entrega de un proyecto de resolución a la Asamblea General de las Naciones Unidas por parte de la delegación del régimen saudí donde se critica el “estado de los derechos humanos” en Siria.
Acotó que dicho régimen, que, de hecho, reprime a sus propios ciudadanos, es el último con validez moral para hablar ante la ONU sobre los derechos humanos.
“¿Estaría dispuesto el régimen de Riad a aplicar los artículos incluidos en el proyecto de la resolución presentada contra Siria, mientras continúa violando los derechos humanos en su país?”, se preguntó Jaafari.
El diplomático sirio señaló que la implicación de los regímenes de Arabia Saudí y Qatar en el apoyo al terrorismo, se hizo evidente para todos mediante las filtraciones de “Wikileaks”, específicamente, en cuanto a lo reconocido por la candidata presidencial estadounidense, Hillary Clinton, así como el vicepresidente Joe Biden, acerca de la participación de los regímenes de Arabia Saudita y Qatar en el apoyo y la financiación del terrorismo en Siria.
También hizo alusión al informe emitido para la compañía “Toyota”, a petición de los gobiernos de Siria y la Federación rusa que suministraron a la administración de la compañía con miles de imágenes de satélites para sus vehículos que emplea el grupo terrorista “Daesh” en Siria e Irak.
Jaafari reveló que el informe muestra que “Toyota” ha vendido más de 60 mil vehículos (4/4) a Arabia Saudí, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y Jordania, y estos coches están ahora en posesión de la organización terrorista “Daesh”.
Por otro lado, el delegado sirio ante la ONU explicó que “el terrorismo saudí no es nuevo en la región y en el mundo, y sus huellas negras están todavía en Afganistán, Nicaragua, Irak, Libia, Chechenia, Nueva York, Yemen, Kuwait, Bahréin, París, Niza, Boston, Bélgica, Líbano y la región oriental y sureña de la propia Arabia Saudí.”
Resaltó que el proyecto de resolución confirma el estado de histeria e impotencia política de la familia real saudí y sus socios, a consecuencia de las victorias del Ejército Árabe Siria y las fuerzas aliadas.
Por último, Jaafari apeló a los estados miembros a no caer en las trampas de la perversión intelectual saudí y qatarí, que no toma en cuenta la posición del bloque del Movimiento de Países No Alineados a negarse a debatir resoluciones sobre la situación de los derechos humanos en los Estados miembros.
Fady M., Hala B.