Damasco, 07 feb (SANA) El hombre que filtró decenas de miles de fotografías y documentos que verifican los crímenes cometidos por el régimen derrocado contra los detenidos reveló su identidad por primera vez tras ocultarse durante años bajo el nombre de César. Se trata del ayudante primero Farid Al-Madhan, jefe del departamento de pruebas forenses de la policía militar de Damasco, oriundo de Deraa.
En una entrevista con el canal Al Jazeera, Al-Mudhan, quien ayudó a redactar la “Ley César” que impuso sanciones al régimen derrocado, relató detalles horribles sobre los crímenes de asesinato y tortura cometidos por el régimen en las prisiones, y sobre cómo pudo filtrar más de 27.000 fotografías de detenidos sirios que fueron asesinados bajo tortura.
Al-Mudhan habló sobre la recopilación de pruebas y datos que filtró fuera de Siria, que formaron el núcleo de los archivos de la Ley César, y explicó que las órdenes de fotografiar y documentar los crímenes del régimen fueron emitidas desde los niveles más altos del poder para garantizar que los asesinatos realmente se estaban llevando a cabo.
Agregó que los comandantes de los servicios de seguridad estaban expresando su lealtad absoluta al régimen criminal a través de fotografías de los cuerpos de las víctimas de arresto.
Al-Mudhan explicó que la primera fotografía de los cuerpos de los detenidos fue en la morgue del Hospital Militar Tishreen en Damasco, y era de los manifestantes de Deraa en marzo de 2011, señalando que tan pronto como el detenido entraba en el centro de detención, se colocaba un número en su cuerpo después de ser asesinado, mientras que los lugares donde se recogieron y fotografiaron los cuerpos de las víctimas de detención fueron en las morgues de los hospitales militares de Tishreen y Harasta, además de convertir el parqueo de coches del Hospital Militar de Mezzeh en una plaza para recoger cuerpos para fotografiarlos a medida que aumentaba el número de muertos.
Según Al-Mudhan, el número de cadáveres al comienzo de la Revolución Siria oscilaba entre 10 y 15 por día, para luego llegó a 50 por día, y el régimen escribía que la causa de la muerte de los que mataba era un paro cardíaco y respiratorio, y muchos del régimen practicaban un chantaje sistemático contra miles de familias de detenidos sin obtener ninguna información.
Al-Mudhan explicó que solía ocultar los medios de transmisión de las imágenes en su ropa, en una hogaza de pan y en partes de su cuerpo, por miedo a ser registrado en los controles de seguridad, ya que era objeto de registros en las zonas controladas por el régimen y en las zonas controladas por el Ejército Libre Sirio.
Señaló que tenía una identificación militar oficial y una identificación civil falsa para trasladarse entre su lugar de trabajo en Damasco y su residencia en la ciudad de Al-Tall, en la zona rural de Damasco, y que el proceso de contrabando de las imágenes se llevaba a cabo casi a diario desde su lugar de trabajo hasta su residencia, y se prolongó durante unos 3 años.
Al-Mudhan confirmó que había tomado la decisión de desertar del régimen desde el comienzo, pero prefirió posponerla hasta poder reunir el mayor número de fotos y pruebas.
Pidió a Estados Unidos que cancelen la “Ley César” y levanten las sanciones contra el pueblo sirio, después de que ya no fueran necesarias tras la caída del régimen criminal.