Hasakeh, 11 ago (SANA) La milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), que recibe apoyo y financiación de las fuerzas de ocupación de EEUU en el nordeste de Siria, siguen cortando el suministro de agua potable, harina y alimentos a la población de la ciudad de Hasakeh por quinto día consecutivo.
Varios residentes afirmaron que los tanques de agua en el centro de la urbe quedaron vacíos porque los puestos de control militar de la referida formación ilegal impiden la entrada de los camiones cisterna de los organismos humanitarios, lo cual obligó a algunas familias a beber del agua de pozos que no es apta para el consumo y podría provocar enfermedades.
Se quejaron que la mayoría de las tiendas comerciales dejaron de vender debido al agotamiento de sus reservas de alimentos y suministros, mientras el Mercado Central de Verduras y Frutas tuvo que cerrar sus puertas por no recibir suministros.
Las cantidades de pan también disminuyeron significativamente debido a la falta de harina en las panaderías y el sector privado dejó de trabajar por el agotamiento del combustible necesario para operar los generadores.
El director de la Empresa Estatal de Agua, Muhammad Othman, explicó al corresponsal de SANA que el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) lograron la tarde de ayer entregar 20 camiones cisterna de agua al centro de la ciudad, que es una cantidad muy pequeña en comparación con las necesidades de los habitantes.
Por su parte, el director de Comercio Interior y Protección del Consumidor, Ali Khalif, afirmó que la cantidad de pan que producen las panaderías que operan en la ciudad se redujo al mínimo debido a la fuerte disminución de sus reservas de harina y la imposibilidad de ingresar nuevas cantidades de harina, mientras muchas tiendas también cerraron sus puertas por quedarse sin alimentos básicos, verduras y frutas.
Por su parte, el director provincial de Salud, Issa Khalaf, advirtió que la continuación del asedio provocaría un incremento de los casos de infecciones intestinales y diarrea por consumir agua infectada.
Explicó que al personal médico y de enfermería le resulta difícil llegar a sus centros de trabajo en la ciudad debido al endurecimiento del asedio por parte de las milicias separatistas y las restricciones a la población.
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