Damasco, 2 jul (SANA) El Museo Nacional de Damasco es uno de los más importantes a nivel mundial y contiene piezas arqueológicas que narran historias sobre la vida humana en esta tierra e ilustran la cronología de los acontecimientos de miles de años de la historia siria.
El museo se creó en 1919 en la Escuela Al-Adiliya en el barrio de Al-Kallaseh, al norte de la Mezquita Omeya, y consistía en ese entonces en dos galerías y cuatro salas de exposiciones.
Su edificio actual fue construido en 1936 y lo diseñó el arquitecto francés Ecochar, y se le añadieron nuevas secciones en los años 1956 y 1975.
La fachada del histórico palacio Al-Hayr al-Gharby fue trasladada de la histórica ciudad de Palmira en el desierto al museo donde fue reconstruida y se convirtió en la entrada principal del mismo.
El museo cuenta con alrededor de 5000 tablillas de barro grabadas en escritura cuneiforme. La gran mayoría (unas 3000) se consideran del período babilonio antiguo y fueron halladas en el palacio real de la antigua ciudad de Mari, mientras que unas 1500 tablillas proceden de Ugarit (Ras Shamra) y se clasifican en el período babilónico medio, 600 de ellos constituyen hallazgos recientes, la mayoría en idioma acadio.
En 2011, el museo cerró sus puertas a consecuencia de la guerra terrorista impuesta al país y con el fin de preservar los tesoros que contenía de las acciones terroristas.
A finales del 2018 y tras la liberación del terrorismo a las zonas periféricas de la capital, y con la recuperación de la estabilidad en el país, el Ministerio de Cultura reabrió el museo y exhibió en el mismo, piezas arqueológicas recuperadas de los terroristas.
El parque del museo incluye muchas piezas antiguas de diferentes cvilizaciones.
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