Damasco, 18 jun (SANA) Sin dudas, el mate es la pasión y tradición que nos conecta. Más aun, nos define. Se trata de la infusión emblemática de la cultura sudamericana, principalmente de Argentina, Uruguay y Paraguay. Pero además, supo ganarse en Siria.
Mientras Argentina ostenta el título de mayor productor y exportador de yerba mate a nivel mundial, Siria se convirtió en el principal país de Medio Oriente importador global de este producto.
Una tradición sin fronteras
Tomar mate en Siria es en la actualidad casi tan común como en Argentina. Tanto es así, que allí se consumen más de 15 millones de kilos por año.
Todo comenzó a mediados del siglo 19 cuando empezó una gran ola migratoria desde Medio Oriente, en particular Siria y Líbano, que llegó para asentarse en Argentina.
La gente de esas comunidades se enamoró del mate y supo adoptarlo. Es así que cada vez que volvían de visita o a reinstalarse en sus tierras llevaban un paquete de yerba como regalo y enseñaban la forma de prepararlo y consumirlo.
Fue así como con el correr del tiempo el mate fue ganando espacio en esa cultura y hasta algunos viajaron desde Siria a la Argentina exclusivamente para dedicarse a la actividad yerbatera y se convirtieron en importantes empresarios del rubro.
De eso se trata, de una experiencia única que fusionó culturas aparentemente dispares. Yerbera, azucarera, una fuente y una taza pequeña para el lavado de la yerba, esta tradición se acompaña en Siria con elementos como pistachos, semillas de zapallo y opciones dulces o saladas, en lo que ya se convirtió en una tradición igual que en Argentina, Uruguay o Paraguay.
Tomado de Canal 12