Nueva York, 13 jun (SANA) El ministro de Asuntos Exteriores y Expatriados, Faisal Al-Mekdad denunció hoy que las medidas coercitivas unilaterales representan una herramienta de coerción, presión económica y chantaje político en violación de la Carta.
Esta postura del Canciller fue expresada en una declaración leída por el representante permanente de Siria, Qusay Al-Dahhak, durante una reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicada a debatir el fin de las medidas económicas coercitivas unilaterales.
Las medidas coercitivas unilaterales representan una herramienta de coerción, presión económica y chantaje político, y además, violan la Carta de las Naciones Unidas que reafirman el principio de igualdad soberana entre los estados y lograr cooperación internacional para la mejora de la situación económica y social de los pueblos.
Agregó que Washington y sus aliados optaron por abandonar el trabajo diplomático y el diálogo político y adoptaron políticas de hegemonía, asedio, coerción y medidas coercitivas para atentar contra otros países y encontrar pretextos para interferir en sus asuntos internos, además de intentar socavar su soberanía.
Todas sus débiles pretextos para justificar su comportamiento criminal no cambiarán el hecho de que estas medidas son ilegítimas, afirmó el jefe de la diplomacia.
Puntualizó que las medidas coercitivas unilaterales privan a muchos pueblos de sus derechos básicos, incluido el derecho a una vida digna, a la salud, a la alimentación y al desarrollo, y los exponen a castigos colectivos, lo que constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas que encomendó la imposición de sanciones exclusivamente al Consejo de Seguridad y de acuerdo con estándares específicos.
Siria ha estado sufriendo durante más de cuatro décadas de los efectos de las medidas ilegales impuestas por las sucesivas administraciones estadounidenses y la Unión Europea, y estas medidas aumentaron durante la guerra para ahogar al pueblo sirio y castigarlos por apegarse a sus elecciones y posiciones nacionales, aclaró Al-Mekdad.
Reiteró que las medidas coercitivas unilaterales representan un terrorismo económico y una espada que pende sobre el cuello de los pueblos, las instituciones financieras y los sectores comerciales y empresariales de terceros países, que han comenzado a abstenerse de cualquier trato con los países blancos por temor a verse afectados por injustas sanciones estadounidenses.
Siria llama a los estados miembros de las Naciones Unidas a fortalecer y unificar sus esfuerzos para enfrentar las medidas coercitivas unilaterales y las políticas de hambruna y asedio, y exige el levantamiento inmediato, completo e incondicional de todas las formas de estas medidas impuestas por Occidente a varios países, concluyó el jefe de la diplomacia siria su declaración.
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