Alepo, 7 abr (SANA) Las artesanías hechas del cobre en la ciudad vieja de Alepo se mantienen y son tan resistentes como este metal que martillan diariamente cientos de artesanos en esta ciudad milenaria.
En el casco antiguo, se encuentra Souk Al-Nahaseen (el mercado de los artesanos de cobre), que cuenta las historias de los artesanos que forjaban el cobre y elaboraban productos con este material.
Farolillos de Ramadán
Además de piezas ornamentales, los farolillos (fawanis en árabe) mantienen su presencia en el histórico zoco Al-Nahaseen. Estas lámparas tradicionales han cobrado gran relevancia para los orfebres alepinos, quienes dominan todo tipo de arte estético islámico.
El artesano Khaled Al-Hamdo, propietario del taller más prestigioso de este emblemático mercado, explicó que heredó este oficio de su abuelo y padre hace más de 40 años.
“Con todo amor y pasión, he fabricado linternas que se encienden con energía eléctrica y velas”, dijo Al-Hamdo.
Destacó su interés por enseñar esta profesión tradicional a sus hijos para preservar el patrimonio de su ciudad, que no debe extinguirse.
Singularidad y creatividad
La artesanías del cobre se originó en Armenia y los armenios la llevaron a Siria. Al-Nahaseen es el único mercado del mundo árabe donde el cobre se fabrica manualmente, y si hay talleres en algunos países árabes es porque sus dueños son sirios.
Alepo exporta sus incomparables productos de cobre a todos los países árabes, además de Estados Unidos, Francia, Canadá, Suiza y otros países occidentales.
Watfeh Salloum/fm