“En última instancia, mucha gente (del Departamento de Estado) sabe que esta es una política horrible y no puede creer que el Gobierno de Estados Unidos esté involucrado en acciones que contravienen tan directamente los valores estadounidenses, pero la dirigencia no escucha”
Damasco, 30 mar (SANA) Otra funcionaria del Gobierno de Estados Unidos se sumó con su renuncia a la lista de quienes se oponen hoy aquí a la postura proisraelí de la Casa Blanca en medio de la guerra en Gaza.
“Estoy hablando en nombre de muchísimas personas que se sienten muy traicionadas por la postura de nuestro Gobierno”, afirmó Annelle Sheline, quien era funcionaria de asuntos exteriores del Departamento de Estado en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo para la región de Medio Oriente y el norte de África.
“En última instancia, mucha gente (del Departamento de Estado) sabe que esta es una política horrible y no puede creer que el Gobierno de Estados Unidos esté involucrado en acciones que contravienen tan directamente los valores estadounidenses, pero la dirigencia no escucha”, dijo en una entrevista concedida a Democracy Now.
Sheline contó que se conmovió con las palabras de Aaron Bushnell, el miembro activo de la Fuerza Aérea estadounidense que, antes de inmolarse frente a la embajada de Israel en una acción de protesta extrema contra la guerra en Gaza, imploró a toda la sociedad que se exprese en contra del genocidio.
“Tengo una hija pequeña, y pensé qué le voy a decir si en el futuro me pregunta: ‘¿Qué estabas haciendo cuando esto sucedió y trabajabas para el Departamento de Estado?” Quiero poder decirle que no me quedé en silencio”, subrayó.
Al hacer pública su dimisión esta semana expresó en un artículo que escribió para la CNN que “cualquier credibilidad que Estados Unidos tuviera como defensor de los derechos humanos ha desaparecido casi por completo desde que comenzó la guerra”.
Sheline se suma al menos a otros dos casos de dimisiones en el área gubernamental desde el pasado 7 de octubre, cuando Israel le declaró la guerra al Movimiento de Resistencia Islámica palestino (Hamas) en Gaza.
En enero renunció Tariq Habash, un asesor político del Departamento de Educación nombrado por el gobierno de Joe Biden, por el apoyo militar de Estados Unidos al régimen sionista.
Meses antes lo hizo Josh Paul, veterano del Departamento de Estado que abandonó el cargo en octubre cuando la administración demócrata aceleró las transferencias de armas a Israel.
La víspera centenares de personas marcharon por las calles de Nueva York y se congregaron frente a Radio City Hall donde Biden junto con sus antecesores Barack Obama y William Clinton participaron en un evento de recaudación de fondos para su campaña de reelección.
Si bien echó a las arcas más de 26 millones de dólares lo interrumpieron con los continuos pedidos de cese el fuego en Gaza.
La protesta fue organizada por “Abandon Biden”, movimiento que intenta restar votos al mandatario en las primarias rumbo a los comicios de noviembre.
Hay gente afuera y gente en esta sala, estoy seguro, que tienen divisiones apasionadas sobre cuál es el mejor curso de acción para la crisis en Israel, en Gaza en ahora. ¿Cuál cree que debería ser el papel de Estados Unidos en el futuro para garantizar el futuro más pacífico y próspero para el pueblo de Israel y Gaza?, preguntó el moderador a Biden.
Mientras los manifestantes exclamaban “¡sangre en tus manos!”, el presidente Biden admitió que “hay mucha gente que está muy, muy… hay demasiadas víctimas inocentes, israelíes y palestinas”.
Reconoció que «tenemos que llevar más alimentos, medicinas y suministros a los palestinos», pero no mencionó ni calificó las acciones de Israel.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, consideró que el Gobierno de Biden no considera que la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza constituya una violación del derecho de este país ni de las leyes internacionales.
“Nosotros consideramos que Israel no está violando el derecho internacional humanitario en lo que respecta a la conducción de la guerra, así como tampoco lo está haciendo en relación al suministro de asistencia humanitaria”, dijo.
Un nuevo informe del Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación para la Paz, reveló hace poco que el 69 por ciento del total del armamento que importa Israel proviene de Estados Unidos.
Muchas de esas armas son las causantes de las más de 100 mil víctimas civiles entre muertos y heridos en la población palestina en los últimos cinco meses.
Fuente: Prensa Latina