Damasco, 01 dic (SANA) La Franja de Gaza solo tiene en la actualidad una ventana al exterior: el cruce de Rafah, que le permite respirar en medio de la grave crisis humanitaria que sufren sus 2,3 millones de habitantes.
La importancia del lugar queda constada por las largas filas de camiones cargados con productos de primera necesidad que esperan en territorio egipcio para ingresar al otro lado.
Los vehículos portan señales, emblemas y banderas de numerosos países, de organizaciones no gubernamentales o agencias de la ONU, una muestra de la amplia solidaridad mundial hacia el pueblo palestino.
Prensa Latina también constató allí la presencia de numerosas ambulancias nuevas donadas para los hospitales gazatíes, la gran mayoría fuera de servicio por la falta de combustible o las bombas.
La aparente calma que se observa en el cruce en realidad enmascara la ira y el dolor de conductores y demás trabajadores egipcios allí reunidos ante las masacres cometidas por Israel al otro lado de la frontera.
El paso nació tras los acuerdos de paz en 1979 entre Egipto e “Israel”, cuyo Gobierno mantuvo el control del enclave costero, tras retirarse de la entonces ocupada península del Sinaí.
Sin embargo, a lo largo de su dilatada existencia sirvió en su mayor parte para el tránsito de personas, porque el tráfico de mercancías se efectuó por el cercano cruce de Karem Shalom, situado en la triple frontera.
Esa fue una exigencia israelí para vigilar a los gazatíes, pues Rafah es el único sitio de la línea de demarcación del enclave que no controlan.
La operación de Hamas y la respuesta del gobierno ultraderechista de Benjamin Netanyahu, el 7 de octubre, volvió a poner ese pequeño cruce en el panorama mundial por su importancia para Gaza.
En claro desafío a las leyes internacionales, Netanyahu ordenó ese día un bloqueo total al enclave, que incluyó el corte de los servicios de agua y electricidad, además de los suministros de alimentos, medicinas y combustible, una situación que agravó la crisis allí.
El mundo respondió con una ola de repudio y críticas, incluso de aliados de Israel, debido a los devastadores ataques aéreos y las masacres trasmitidas en vivo por televisoras y en Internet.
Durante las dos semanas siguientes, las autoridades egipcias rechazaron una y otra vez la versión del supuesto cierre del paso y, por el contrario, acusaron a su vecino de bombardearlo en al menos cuatro veces para evitar su funcionamiento.
La campaña mundial obligó a Netanyahu a suavizar el bloqueo y permitir el 21 de octubre la entrada de los primeros 20 camiones cargados con ayuda humanitaria.
Medios de prensa revelaron que, según lo pactado, desde entonces todos los vehículos son revisados por las fuerzas israelíes en Karem Shalom, antes de volver a Rafah para su ingreso a Gaza.
No obstante, la cifra de ayuda es muy pequeña con respecto a las necesidades, lo cual llevó al canciller egipcio, Sameh Shoukry, a criticar las medidas israelíes para obstaculizar la entrada de vehículos.
Como parte de su campaña en apoyo al pueblo palestino, Egipto designó el Aeropuerto Internacional de la ciudad de El Arish, a unos 45 kilómetros de la frontera, como centro de acopio de toda la ayuda internacional para el territorio.
Esa pequeña terminal es vital en la actualidad para alimentar y proveer de servicios básicos a los gazatíes.
Durante un recorrido por el aeropuerto, Prensa Latina observó la diligente descarga de dos aviones que llegaron con ayuda, uno proveniente de Europa y otro de Singapur, a los que se sumó poco después otro de Qatar.
Según jefe del Servicio Estatal de Información de Egipto, Diaa Rashwan, desde el 12 de octubre hasta la fecha aterrizaron allí más de 239 aeronaves con miles toneladas de productos vitales provenientes de numerosos países.
No obstante, Rashwan destacó que pese ese alto volumen, el 70 por ciento de las donaciones a Gaza son egipcias.
Los hospitales de esta nación también acogieron a 575 palestinos heridos o enfermos de Gaza, incluidos 28 bebés prematuros.
Hasta la fecha ocho mil 691 extranjeros y palestinos con doble nacionalidad fueron evacuados a través del paso, así como mil 258 egipcios.
Aunque a todas luces insuficiente para cubrir las necesidades básicas del territorio, los productos fueron entregados en dos mil 670 camiones que cruzaron a través de Rafah, la única vía que le permite respirar a 2,3 millones de palestinos, asediados y agredidos por Israel.
Por: Roberto Castellanos Fernandez
Fuente: Prensa Latina