Lima, 9 jul (SANA) La posible nueva postulación de la neoliberal Keiko Fujimori a la presidencia de Perú, pese a sus reiterados intentos fallidos, parece tener alcances que van más allá de lo político, según diversos análisis publicados hoy.
Los comentarios señalan que más bien tendría que ver con el inminente juicio en su contra por lavado de activos por 17 millones de dólares recibidos ocultamente para sus campañas electorales, pertenencia a una organización criminal y obstrucción a la justicia.
El semanario Hildebrandt en sus 13 calificó como “jugada mediática” vinculada al proceso el anuncio, el mes pasado, de la líder de Fuerza Popular (FP) de que se reserva el derecho de postularse a la presidencia, pese a que en febrero último dijo que no lo haría.
La publicación añade que “la contundencia de las pruebas en su contra es tal que solo un milagro haría que no sea declarada culpable” de los cargos por los cuales la Fiscalía pide para ella 30 años y 10 meses de cárcel y el fiscal le ha prohibido salir del país durante 36 meses.
La imputaciòn se sustenta en pruebas y testimonios de empresas que admiten aportes ocultos cuantiosos a las campañas de Fujimori, dueños de medios de prensa que confirman que recibieron grandes pagos en efectivo, fuera del sistema bancario y sin registro legal, por dar publicidad a la candidatura de Fujimori.
También hay partícipes en el presunto lavado de dinero que han confesado ante la Fiscalía y han aportado evidencias que incriminan a Fujimori y la cúpula fujimorista, y decenas de personas que reconocen que declararon en falso contribuciones electorales para justificar gastos realizados en actividades proselitistas.
En esas condiciones, solo se explica la posibilidad de una postulación de Fujimori como una maniobra “para poder alegar en el juicio que es víctima de una conspiración contra su candidatura”, comentó por su parte el diario Uno.
Las posibilidades electorales de la dirigente neoliberal son mínimas, pues, según una reciente encuesta de la empresa Datum, el 68 por ciento de los consultados plantearon “que no participe nunca más” en comicios.
A ello se agrega que el 15 por ciento señaló que Fujimori debe postularse en las elecciones generales previstas para 2026 y el 13 por ciento que debe hacerlo en eventuales comicios adelantados, lo cual desea la mayoría de la población, según encuestas anteriores.
La empresa Ipsos realizó otro sondeo, en el cual el 61 por ciento respondió que definitivamente no votaría por la hija del encarcelado exgobernante Alberto Fujimori, si ella volviera a postularse, a lo que se añade el 11 por ciento que probablemente no la apoyaría.
Pese a ello, Fujimori no descarta lanzar nuevamente su candidatura, pues ha dicho que no ha decidido postularse, pero de ninguna manera renuncia al derecho de hacerlo.
Tampoco la desanima haber perdido tres segundas vueltas presidenciales, en 2011 ante el nacionalista Ollanta Humala; en 2016 ante el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski, y en 2021 ante el maestro rural Pedro Castillo.
Fuente : Prensa Latina