SANA en Español
Tartous, 06 may (SANA) Las madres sirias se han convertido en un icono de paciencia y dignidad por sus sacrificios sin límites durante una década de guerra terrorista impuesta en la que muchas perdieron a más que un hijo porque rechazaron que los agresores profanaran a Siria y menoscabaran a su pueblo.
Sanaa Ahmed (Um Rami), oriunda del pueblo de Tal Aawa en el municipio de Safita en la provincia costera de Tartous, perdió a sus cuatro hijos en las batallas del ejército sirio contra los terroristas.
“En 2012, me informaron de la muerte de mi hijo Hassan, quien estuvo combatiendo en las filas del Ejército Árabe Sirio contra los terroristas, en la provincia de Quneitra”, dijo la madre del mártir a la reportera de SANA.
Explicó que “nueve meses después, perdió a su segundo hijo, Rami, en Khan Al-Assal en Alepo en 2013, quien estuvo sirviendo siete años en las filas del ejército, y luego en el mismo año, recibió la noticia de muerte de la caída en combate de su hijo Bassel, en una de las batallas en la provincia de Homs, quien estaba casado y tenían tres hijos”.
Seis años después de haber perdido a sus hijos Hassan, Rami y Bassel, en julio de 2020, Um Rami recibió la noticia de la lesión de su cuarto hijo Ali, casado y padre de tres hijos, a consecuencia de la agresión israelí contra la sede de investigación científica en Damasco, donde permaneció un mes en cuidados intensivos, luego perdió la vida.
Esta valiente madre, recibió los cuerpos de sus cuatro hijos con flores y laurel, y hoy, los miembros restantes de la familia se reúnen en pleno ambiente de familiaridad, cooperación y trabajo para mantener y criar a los hijos de los mártires y educarlos para que se sientan orgullosos de los sacrificios de sus padres.
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