Damasco, 11 may (SANA) En la ciudad de Bludan, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital Damasco, se encuentra la Cueva de Moisés, una obra creada por la naturaleza y el ser humano.
La cueva se formó por la extracción de la arena para la construcción, y en 1990 se convirtió en un destino turístico.
El dueño del sitio Safwan MARAAE trabajó con sus propias manos a lo largo de 15 años para transformar esta cueva en un destino para muchos y le dio el nombre de su padre Moisés en homenaje a su memoria.
La misma cueva fue inaugurada en 2006, tiene dos bocas de acceso, uno de entrada y el otro de salida, da cabida a 500 visitantes, y atrae cada años miles de turistas de Iraq, Irán y el Líbano.
La parte baja de la cueva se convirtió en dos lagos artificiales de poca profundidad, y al dar un paseo en el barco, uno pude darse cuenta de interesantes esculturas y altos relieves en la cueva, además puede visitar una feria donde se venden obras y bisuterías artesanales, recuerdos, entre otros artículos.
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