Nuevamente la banca de Estados Unidos sufre las consecuencias de la falta de respaldo material del dólar, con una valoración enlazada a la especulación, mientras las imprentas oficiales continúan fabricando partidas de billetes cuyo valor nominal se esfuma cuando hechos como el SVB no tienen solución con ese dinero de papel.
Damasco, 14 mar, (SANA) La quiebra de al menos dos importantes bancos de Estados Unidos y el empeño de altas autoridades de ese país en tranquilizar a los ahorristas, prendieron las alarmas de una posible reacción de bancarrota en cadena.
Tras el anuncio el viernes pasado del cierre del californiano Silicon Valley Bank (SVB), una de las 20 mayores entidades comerciales de su tipo en la nación, este lunes autoridades financieras informaron la toma del neoyorquino Signature Bank.
“El sistema bancario de EEUU se mantiene resistente y sobre una base sólida, en gran parte debido a las reformas que se realizaron después de la crisis financiera que aseguraron mejores salvaguardas para la industria bancaria”, afirmó un comunicado conjunto del Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (FED) y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC).
Aunque los expertos sofocaron los temores de un contagio más amplio, el colapso del banco podría tener ramificaciones significativas en los sectores tecnológico y de empresas emergentes, opinaron expertos, quienes recuerdan que es la segunda mayor quiebra bancaria en la historia del país.
Fundado en 1983, SVB brindó financiamiento a casi la mitad de las empresas de tecnología y atención médica, las cuales sufren las consecuencias de altas tasas de interés y la disminución del capital de riesgo.
La extensión de las operaciones de la entidad de California a varias regiones nacionales y fuera de frontera en Europa y Asia podría perjudicar a otros mercados.
La principal señal de que ocurrió un hecho peligroso fue la actuación de la FDIC sin esperar la conclusión de la jornada en la Bolsa de Wall Street el viernes, lo que precipitó de inmediato la baja de los indicadores bursátiles relacionados con la tecnología.
Previo a la debacle del SVB, la titular del Tesoro, Janet Yellen, advirtió: «Se registran situaciones recientes que afectan a algunos bancos que deben recibir un monitoreo muy de cerca. Cuando los bancos registran pérdidas financieras es y debería ser motivo de preocupación».
Como adelanto al posible contagio, el gigante británico HSBC negoció este lunes la adquisición de la subsidiaria en el Reino Unido de la entidad colapsada, lo que trasmitió tranquilidad a los clientes del sector local de la pequeña empresa emergente, quienes dependen de la totalidad de su capital para ejecutar producciones tecnológicas.
El prestamista de criptomonedas, Silvergate (también de California), dijo que cerrará sus operaciones y liquidará el banco después de verse afectado financieramente por la agitación en los activos digitales, lo que algunos vinculan a la misma causa que destruyó las otras dos entidades.
La bancarrota de SVB se originó tras el aumento continuo de las tasas de interés de la FED desde 2022 para combatir la inflación desenfrenada y ello encareció los préstamos para empresas e individuos con el fin de “enfriar” la economía, según expertos.
Antes, muchos bancos adquirieron bonos del Tesoro a largo plazo y de bajo riesgo, pero la intervención de la FED redujo el valor de los activos y quedaron sin recursos para responder a los ahorristas que comenzaron a extraer desesperadamente sus fondos ante el rumor de bancarrota.
Las opiniones están divididas acerca de si la escena es aislada o son los primeros síntomas de una debacle en forma dominó, como la ocurrida en 2007-2008 que empezó por el gigante financiero Leman Brothers.
El administrador estadounidense de fondos de cobertura Bill Ackman comparó a SVB con el neoyorquino Bear Stearns, el primer prestamista que destapó el colapso consecutivo al comienzo de la crisis financiera mundial de inicios de siglo, pero otros consideran que la implosión de SVB por ahora parece algo aislado.
Preocupada por la responsabilidad de los directivos bancarios y los efectos del suceso en sus electores, la senadora demócrata por Massachusetts, Elizabeth Warren, exigió que “los ejecutivos de SVB deben rendir cuentas por cualquier malversación o mala gestión que condujo a este fracaso”.
La FDIC creó de forma urgente un “banco puente” que garantice a los ahorrista la extracción de hasta 250 mil USD, pero existe incertidumbre acerca del resto de los fondos que tienen la mayoría de los clientes de las dos empresas tomadas por el regulador.
Nuevamente la banca de Estados Unidos sufre las consecuencias de la falta de respaldo material del dólar, con una valoración enlazada a la especulación, mientras las imprentas oficiales continúan fabricando partidas de billetes cuyo valor nominal se esfuma cuando hechos como el SVB no tienen solución con ese dinero de papel.
Por: Osvaldo Rodríguez Martínez
Fuente: Prensa Latina