De acuerdo con analistas, Ecuador significa hoy un enclave de interés para el gobierno estadounidense teniendo en cuenta los cambios políticos en la región.
Damasco, 18 dic (SANA) La recién aprobada en el Congreso estadounidense Ley de Asociación Estratégica con Ecuador causa hoy en el país suramericano opiniones divididas, mientras para el gobierno es una oportunidad de ampliar la cooperación, para otros es sumisión e injerencia.
El ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, celebró que esa disposición fortalecerá la relación bilateral y la considera una muestra de confianza en su país.
Sin embargo, para el exvicecanciller ecuatoriano Fernando Yépez, la vergonzosa y servil sumisión del gobierno del presidente Guillermo Lasso a los intereses y visiones de Washington no tiene límites.
El también diplomático y analista político Juan Meriguet coincidió con esa opinión y explicó a Prensa Latina que esa Ley “ignominiosa y neocolonial” no contempla la opinión de los ecuatorianos, pues no constituye un acuerdo entre ambos países.
Señaló que es significativo el hecho de su aprobación, porque Estados Unidos no cuenta con una norma similar en relación con otras naciones, a excepción de Cuba, país sobre el cual el legislativo norteño sí posee disposiciones para codificar el bloqueo y obstaculizar su desarrollo.
El 16 de junio pasado, la Asamblea Nacional de Ecuador rechazó lo que entonces era solo un proyecto de resolución aprobado en el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta a partir de la iniciativa de senadores como Bob Menendez, Jim Risch y Marco Rubio.
En aquel momento el asambleísta Ricardo Ulcuango aseguró que, a pesar de los propósitos de fortalecimiento de la relación bilateral, esa es una ley de injerencia en campos como el comercio, inversiones, aduanas, ambiente, seguridad, ciberseguridad, justicia, fuerzas del orden y derechos humanos.
No obstante, insistió Meriguet, la opinión de los legisladores ecuatorianos no cuenta, porque es una ley adoptada unilateralmente por el Congreso de Estados Unidos.
Otro hecho que llamó la atención esta semana fue la reacción del Ejecutivo a las recientes declaraciones del embajador estadounidense, Michael Fitzpatrick, quien criticó públicamente el sistema judicial de la nación andina.
El expresidente ecuatoriano Rafael Correa se pronunció al respecto en Twitter y admitió que la justicia ecuatoriana está tomada por el narco, la corrupción y la politiquería, “pero tampoco es aceptable que un embajador se entrometa en asuntos internos de Ecuador”.
He sido víctima de la corrupción y politiquería de la justicia ecuatoriana, pero ni aún así voy a aceptar que el representante de un gobierno extranjero venga a decirnos qué hacer, comentó el exmandatario.
Correa también criticó la respuesta de “un canciller tan vasallo que en lugar de defender la soberanía del país, se pone a dar explicaciones”.
De forma similar se manifestó Yépez en sus redes sociales al escribir con ironía que seguramente para Holguín la grosera intromisión del embajador en los asuntos internos es también una muestra de confianza.
El exdiplomático instó a la Asamblea Nacional, por la soberanía y dignidad del país, a solicitar información y fiscalizar la renovada cooperación con Estados Unidos y conocer los resultados del próximo viaje del presidente Lasso a Washington, quien este lunes se reunirá con su homólogo Joe Biden.
Yépez afirmó que Ecuador requiere las mejores relaciones con Estados Unidos, pero enmarcadas en el derecho, el respeto mutuo e intereses comunes.
En los últimos meses las relaciones entre Quito y Washington se profundizaron y muestra de ello son las constantes visitas a esta capital de altos funcionarios de la Casa Blanca.
Esta semana, Lasso recibió a Christopher J. Dodd, asesor especial de Biden para las Américas.
Antes, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, dialogó con el jefe del Ejecutivo ecuatoriano y altos miembros de su gabinete para abordar la seguridad, en medio del alza de la violencia en la nación suramericana.
Asimismo, en los últimos dos meses también visitaron Quito una delegación de senadores norteamericanos; la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson; y la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.
De acuerdo con analistas, Ecuador significa hoy un enclave de interés para el gobierno estadounidense teniendo en cuenta los cambios políticos en la región.
Fuente: Prensa Latina