Damasco, 15 sep (SANA) Militares, policías, bomberos y paramédicos son algunas de las ocupaciones de las personas que recluta The Oath Keepers, organización de ultraderecha que participó en la violenta toma del Capitolio del 6 de enero de 2021, cuando simpatizantes de Donald Trump intentaron impedir la validación del triunfo de Joe Biden.
Así lo revela una serie de documentos obtenidos por la organización periodística Distributed Denial of Secrets (DDoSecrets), los cuales contienen los nombres de 38.000 miembros de este grupo, considerado como grupo de odio por el Gobierno de Estados Unidos.
En el análisis de los datos, realizado por el Centro para el Estudio del Extremismo de la Liga Antidifamación (COE, por sus siglas en inglés), se destaca que muchos de los integrantes de la organización tuvieron un historial militar o policiaco, mientras que algunos se mantienen activos e incluso hay otros que se postulan para puestos de elección popular en las próximas elecciones de noviembre.
“Aunque no hay evidencia de que The Oath Keepers busquen algún plan para ‘infiltrarse’ en estas instituciones, el hecho de que haya conseguido reclutar a numerosos individuos dentro de estos dominios para unirse o apoyar a su organización significa que la ideología extremista tiene una base en los principales puestos de poder”, advierte el reporte.
En junio pasado, el Departamento de Estado de Estados Unidos alertó que los grupos extremistas del país podrían intensificar sus actividades a raíz de los constantes tiroteos, la crisis migratoria y la discusión del aborto en el Tribunal Supremo.
No se trata de un aviso aislado. Desde enero de 2021, el organismo liderado por Antony Blinken ha lanzado seis alertas sobre la posibilidad de que los extremistas estadounidenses de diferentes rubros emprendan acciones violentas.
Según el análisis de COE, hasta el 8 de agosto de 2022, había 81 personas en Estados Unidos que son miembros de The Oath Keepers y ocupan o se postularon para algún puesto público. Entre ellos, destaca el sheriff del condado de Sanders, Thomas E. Rummel; el agente del condado de Collin, en Texas, Joe Wright, y el comisionado del condado de Elkhart, Indiana, Bradley Rogers.
Aunque en la lista no aparecen funcionarios federales, sí se encontraron a burócratas estatales como Wendy Rogers, senadora del estado de Arizona, y Phil Jensen, representante estatal de Dakota del Sur.
COE advierte que el número de funcionarios que se identifica con grupos extremistas “es profundamente preocupante” porque su participación “otorga una apariencia de legitimidad que puede utilizarse para promover aún más sus agendas”.
“Cuando los extremistas antigubernamentales ocupan cargos de elección popular, crean una oportunidad peligrosa para que usen su poder para promover su ideología de una forma que puede afectar dramáticamente a los electores y socavar la democracia”, se lee en el informe.
COE también identificó dentro de la organización a 373 personas que se registraron como agentes de las fuerzas de seguridad —desde oficiales, detectives, sargentos y capitanes—, y que incluso comentaron su disposición para entrenar al resto de los miembros.
Asimismo, se detectaron 117 personas que son integrantes activos de la milicia estadounidense, 11 personas sirven en las reservas y 31 ocupan puestos civiles en el ejército o son contratistas militares.
Sobre este punto, COE advierte que la inscripción de fuerzas de seguridad activas en estos grupos representa “una potencia amenaza de seguridad”, toda vez que podrían facilitar equipo y armamento a los miembros de The Oath Keepers, e incluso podrían “disminuir la eficacia institucional debilitando la moral, alienando a colegas, y afectando potencialmente la retención de personal, todo para socavar la credibilidad de cada institución”.
“Los miembros de las fuerzas de seguridad y la milicia frecuentemente tienen acceso a información clasificada y sensible, y es posible que sus miembros afiliados a grupos como The Oath Keepers puedan usar esta información para avanzar en su agenda antigubernamental e incluso interferir en alguna investigación”, concluye la organización.
The Oath Keepers –nombre que hace alusión al compromiso de las fuerzas armadas estadounidenses de combatir cualquier amenaza extranjera o interna- fue fundada en 2009 por Stewart Rhodes, uno de los detenidos por los disturbios en el Capitolio, presuntamente provocados por el expresidente republicano Donald Trump.
La organización se caracteriza por promover una ideología antigubernamental, teorías de conspiración (enfocadas a la instauración de un nuevo orden mundial) e ideas de supremacismo blanco y racismo.
Fuente: Sputnik