La retirada de la OTAN de Afganistán: “Derrota total y aplastante para EEUU y la Alianza”

Damasco, 28 ago (SANA) La noche del 30 al 31 de agosto, el último soldado estadounidense abandonó Afganistán, poniendo fin a 20 años de presencia de la coalición de la OTAN. ¿Cómo han cambiado la amenaza terrorista, la producción y el tráfico de drogas y la corrupción en estos 20 años? ¿Cómo son las actividades de los grupos terroristas en Afganistán ahora?

Sputnik habla con Vasíli Kravtsov, analista político-militar, exasesor del Ministerio de Seguridad Nacional afgano, ex primer secretario de la Embajada de Rrusia en Kabul y exasesor político jefe de la misión de la ONU en Afganistán.

“La guerra más larga y costosa de la historia de Estados Unidos terminó con una completa y aplastante derrota del Ejército estadounidense y de las fuerzas de la coalición de la OTAN dirigidas por el “gran comandante” Jens Stoltenberg. Los talibanes, analfabetos y descalzos, derrotaron a la mayor Alianza militar de la historia del mundo, deshonraron a la principal hegemonía mundial, a su Ejército superinteligente y de alto presupuesto”.

Kravtsov reitera que con la salida de las tropas de la Alianza se ha desmantelado fundamentalmente el sistema político de títeres; se ha iniciado una ruptura gradual y fundamental de los estereotipos y los conceptos erróneos en las esferas ideológica, económica, humanitaria, pública y de seguridad nacional. “Occidente nunca perdonará a los talibanes una derrota tan histórica”.

“Occidente presenta ahora el asunto como si no hubiera habido guerra, ni ocupación, ni cientos de miles de bajas masivas por parte de todas las partes del conflicto, ni una guerra de principios y consecuente, abierta y pública con el contingente de ocupación de la OTAN. Que los talibanes simplemente entraron en Kabul en la oscuridad, y ocuparon por la fuerza instituciones e infraestructuras gubernamentales clave”.

Si Occidente hubiera deseado tanto la democracia real en Afganistán, la habría defendido lo mejor posible. Pero esto no ha ocurrido. Una vez más, Occidente se portó de manera cobarde con sus títeres.

—¿Cómo ha cambiado en estos 20 años la situación de la amenaza terrorista, la producción de drogas, el narcotráfico y la corrupción en Afganistán?

—Durante los 20 años de guerra se ha producido un terrorismo radical islámico sin precedentes en el país. Ni Siria ni Libia pueden compararse con Afganistán en esto. En 2001 los talibanes tenían una Shura [consejo tradicional], como órgano de Gobierno, en 2021 tienen seis. Al Qaeda [organización terrorista, prohibida en Rusia], acorralada al principio, no solo se ha recuperado por completo, sino que incluso se ha superado a sí misma en la cantidad de personas de forma significativa desde que comenzó la ocupación estadounidense.

El Estado Islámico [organización terrorista, prohibida en Rusia], ha conseguido una amplia presencia en el país, a duras penas, pero su influencia y potencial no hace más que crecer. En la actualidad hay más de 20 grupos terroristas en el país, generalmente formados según líneas regionales y nacionales: cachemires, indios, iraníes, árabes, uigures, pakistaníes, centroasiáticos. Sin embargo, solo tres de ellos —el movimiento talibán, el Estado Islámico-Jorasán y Al-Qaeda— tienen una influencia real en el desarrollo de la situación en el país. Todas las demás solo interesan a un estrecho círculo de especialistas de los países pertinentes de la región.

En cuanto a la producción y el tráfico de drogas, se ha multiplicado por 40 en el país durante el periodo de ocupación de la OTAN. Estas son las cifras reconocidas por la ONU. Se recuerda un verano especialmente seco en 1989, tras el cual se inició un cultivo masivo de adormidera en la provincia de Helmand en la primavera de 1990 para evitar el hambre en medio de una pérdida generalizada de las cosechas.

De año en año, la producción de drogas fluctuaba en función de la magnitud de la cosecha de cereales. Pero con la llegada de la coalición de la OTAN, los ocupantes alentaron de todas las maneras posibles a los afganos a cultivar drogas y participaron activamente en su contrabando. ¿Por qué los países de Asia Central dan ahora la voz de alarma por el aumento del tráfico de drogas? Se ha ido el mayor comprador al por mayor y el principal contrabandista frente a la coalición de la OTAN.

La corrupción

Kravtsov sigue: “Durante el Gobierno de los talibanes en los años 90, la corrupción tradicional en Afganistán (como en cualquier país oriental) prácticamente se detuvo. Con la llegada del contingente de la OTAN, la corrupción se convirtió en algo tan desenfrenado, cuya extensión y profundidad los afganos no podían imaginar ni en sus más oscuros sueños. De hecho, la corrupción generada por Occidente impregnó todo el sistema de Gobierno de abajo a arriba, y especialmente las Fuerzas Armadas, desde el comandante de pelotón hasta el Estado Mayor y el Ministerio de Defensa.

La venta de municiones, armas y equipos por parte de los militares afganos a los talibanes se ha convertido en un fenómeno masivo, y la venta de las posiciones de combate ocupadas se ha vuelto particularmente espantosa. En 2017, más de 100 puestos de control del Ejército en la provincia de Helmand se vendieron a los talibanes en una semana. Los subordinados de Stoltenberg no se distinguían de los afganos, porque inundaron las tiendas locales con todo tipo y cantidad de equipos, municiones y armas.

—¿Cómo afectó la huida de Estados Unidos y la OTAN hace un año a la situación de seguridad en Afganistán y la región?

—En realidad, dentro de Afganistán los principales parámetros de seguridad han mejorado. El número de atentados terroristas, enfrentamientos armados, incidentes criminales, secuestros, saqueos y violencia ha descendido hasta casi un error estadístico en comparación con el periodo de ocupación.

Los complejos atentados terroristas, así como el uso indiscriminado de armamento pesado y las incursiones nocturnas de las fuerzas especiales, en las que murieron decenas y cientos de civiles, han cesado por completo. Y eso debido en gran parte a la revolución blanca afgana bajo la bandera emiratí.

En lo que respecta a la región, nos enfrentamos en gran medida a una situación similar. Hay incidentes, especialmente en las zonas fronterizas, pero tienen poca repercusión en los criterios generales de seguridad regional. La promoción práctica de grandes proyectos económicos regionales atestigua la idoneidad de las autoridades en materia de política exterior, cooperación económica e interacción comercial.

Fuente: Sputnik

 

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