En opinión del voluntario, como exmilitar lo asombró el odio que manifestaban, y que la tarea principal de los miembros de los grupos armados ucranianos consistía precisamente en matar y torturar “a los perros rusos”, mientras la situación de su propia población civil los tenía sin cuidado.
Damasco, 30 jul (SANA) La llamada ‘masacre de Bucha’ no es más que una escenificación orquestada para los periodistas occidentales, compartió con Sputnik el exmilitar y escritor francés Adrien Boquet. En sus palabras, él estuvo en el lugar cuando los militares ucranianos preparaban el montaje y recopiló testimonios que lo confirman. Ahora, recibe amenazas a diario.
Boquet visitó Ucrania dos veces en abril con una misión voluntaria, con el objetivo de entregar ayuda humanitaria, equipamiento médico y medicinas. A principios de abril en Bucha el exmilitar vio cómo el Ejército ucraniano preparaba un simulacro, escenificando una masacre de civiles de la que posteriormente culpó a las tropas rusas.
“Cuando ingresamos a Bucha en un automóvil, yo estaba en el asiento del pasajero. Y cuando pasamos por la ciudad, vi los cuerpos de las personas a los lados de las calles, y al mismo tiempo, frente a mis ojos, observé los cuerpos de personas que se colocaban junto a los cadáveres que estaban en el suelo, para brindar la imagen de una muerte masiva”, dijo.
Boquet subrayó que los reporteros de los medios occidentales “estaban cerca”, y en cuanto “se formó un grupo de cuerpos, los periodistas se acercaron de inmediato y comenzaron a filmarlo”.
“Me lo contó uno de los voluntarios que estuvo en ese lugar la víspera. Subrayo que no lo vi yo, me lo contó uno de los voluntarios. Me dijo que había visto el día anterior cómo los camiones refrigerados de otras ciudades de Ucrania llegaron a Bucha, de ellos descargaron los cadáveres y los colocaron en filas”, explicó el francés.
El escritor explicó que los militares ucranianos presionaban y amenazaban a los voluntarios y a la población local, para evitar que se hiciera pública la falsificación.
Agregó que a los voluntarios se les prohibió tomar fotos y filmar vídeos.
“Nos advirtieron que, de lo contrario, nos esperaba una sentencia de 10 años o unas consecuencias más graves aún. Ese veto se extendió a la población local. Esa presión fue ejercida por los militares, principalmente por los miembros de Azov. Europa hoy en día no entiende hasta qué punto la población de Ucrania es víctima de una presión muy fuerte”, resaltó.
Torturas de los prisioneros de guerra rusos
El voluntario galo denunció igualmente los asesinatos y torturas perpetrados contra los militares rusos. Boquet presenció torturas y asesinatos de prisioneros de guerra rusos al norte de Bucha, en los primeros días de abril, es decir, cuando el Ejército ucraniano ya se encontraba en esa localidad varios días.
“Escuché gritos cuando los miembros del grupo armado Azov [contra los militantes del batallón n en Rusia se abrieron casos penales] preguntó quién era oficial. Tan pronto como se escuchó la respuesta, inmediatamente alguien le disparó a esa persona a la cabeza (…). Lo peor es que no vi ninguna actitud humana, ninguna emoción”, indicó.
Los ucranianos de Azov lo impresionaron con su actitud inhumana hacia los rusos, los judíos y otras razas.
“Tuve que fingir mucho para no mostrar mi opinión y mis emociones y, en primer lugar, no manifestar mi desacuerdo con sus ideales. Mi desacuerdo con su ideología nazi, especialmente cuando expresaron su actitud hacia los judíos y las personas de color, porque eran declaraciones muy violentas”, afirmó.
En opinión del voluntario, como exmilitar lo asombró el odio que manifestaban, y que la tarea principal de los miembros de los grupos armados ucranianos consistía precisamente en matar y torturar “a los perros rusos”, mientras la situación de su propia población civil los tenía sin cuidado.
“Tan pronto como comencé a contar todo esto, comencé a recibir amenazas”
Según el voluntario, después de que comenzó a hablar sobre los crímenes cometidos por las formaciones armadas del régimen de Kiev, de los cuales fue testigo, él empezó a recibir amenazas contra su integridad física.
“Desde el principio, tan pronto como comencé a contar todo esto, comencé a recibir amenazas en mi dirección. Y además, dispararon contra mi buzón, ubicado cerca de mi casa, con una metralladora Kalashnikov “, denunció.
Boquet teme además que las autoridades francesas lo procesen por sus declaraciones.
“Por supuesto que eso me causa temor, tengo miedo de que se fabriquen algunas cosas contra mí para silenciarme o meterme en la cárcel”, recalcó.
Fuente : Sputnik