Biden, un golpe tras otro

Bryan Bennett, encuestador de Navigator Research, señaló que algo «extraño» está ocurriendo en este momento político y si se fueran a guiar por los índices de aprobación del presidente, las victorias republicanas en las elecciones de noviembre no serán tanto una ola como un «tsunami».

Damasco, 8 jul (SANA) El presidente Joe Biden recibió un golpe tras otro en las últimas semanas lo que, en medio de una etapa electoral, enciende alarmas entre los demócratas sobre el rumbo de Estados Unidos.

La Corte Suprema de Justicia anuló el caso Roe vs. Wade y el derecho legal de la mujer al aborto y el país está plagado de violencia armada, el último ejemplo ocurrió durante un desfile del Día de la Independencia, el 4 de julio, en los suburbios de Chicago, comentó un artículo del diario The Hill.

Además, el aumento del costo de la gasolina, los alimentos y otros productos disparó el malestar de los estadounidenses contra la actual administración, que, a juicio de expertos, estaría impotente.

De hecho, el periódico indicó que en cada caso, el mandatario tiene las manos atadas, provocando la frustración de los demócratas y el malestar político de Biden.

El gobernante firmó una acción ejecutiva y un proyecto de ley bipartidista para frenar la violencia armada y tomó algunas medidas unilaterales para reducir los precios de la gasolina, como la liberación de petróleo de la reserva estratégica.

Al propio tiempo pidió al Senado eliminar la regla del filibusterismo para codificar el caso Roe v. Wade de 1973, que protegía por la Costitución el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo.

Sin embargo, ninguna de esas medidas se ha revertido hasta ahora en resultados concretos y eso disgusta cada vez más a los demócratas que votaron por el cambio que, supuestamente, traería Biden al país.

«Es exasperante», dijo un importante estratega del partido gobernante no identificado por el rotativo al ventilar su enojo.

«Nuestra casa está en llamas y parece que no están haciendo nada para apagar el fuego”, subrayó.

Mientras los sondeos apuntan a la pesadumbre en la vida de los ciudadanos y ello puede ser peligroso al momento de emitir el voto en las elecciones de mitad de mandato del próximo 8 de noviembre.

Una encuesta de Gallup publicada este martes reveló que solo el 23 por ciento de los estadounidenses confía en la institución de la presidencia, 15 puntos porcentuales menos que hace un año.

Otro sondeo, pero de la Universidad de Monmouth, difundido también el mismo día encontró que el 88 por ciento de los ciudadanos cree que el país se dirige en la dirección equivocada.

Apenas el 10 por ciento de los entrevistados consideró que está en el camino correcto, el número más bajo registrado en una pesquisa de opinión de Monmouth desde 2013.

El estratega demócrata Joel Payne consideró que Biden necesita cambiar la dirección. Está la parte administrativa del trabajo y la política, y parece que este presidente se está inclinando más hacia lo primero en un momento en que “su coalición está sedienta de claridad política y liderazgo», advirtió.

«Hemos estado haciendo sonar la alarma sobre esto durante mucho tiempo», tuiteó la representante Alexandria Ocasio Cortez (demócrata de Nueva York) a raíz de la decisión del Supremo sobre el aborto el pasado 24 de junio.

«Algunos pueden querer ir tras el mensajero, pero simplemente no podemos hacer promesas, instigar a la gente a votar y luego negarnos a usar todo nuestro poder cuando lo hacen. Todavía estamos a tiempo de arreglar esto y actuar”, insistió.

Dentro de la Casa Blanca, los asesores de Biden entienden que lo que se necesita no son solo planes, sino votos.

Bryan Bennett, encuestador de Navigator Research, señaló que algo «extraño» está ocurriendo en este momento político y si se fueran a guiar por los índices de aprobación del presidente, las victorias republicanas en las elecciones de noviembre no serán tanto una ola como un «tsunami».

En los venideros comicios se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes, y 34 de los 100 del Senado, donde existe actualmente una paridad partidista de 50-50.

Como pintan las cosas, los demócratas podrían perder sus ajustadas mayorías en el Congreso, de acuerdo con los augurios de especialistas en el tema.

Fuente: Prensa Latina

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