Doce jefes de Estado no participan en la IX Cumbre de las Américas que se realiza en EE.UU.

Damasco, 08 Jun (SANA) Comenzó la IX Cumbre de las Américas en la Ciudad de Los Ángeles en Estados Unidos que culminará el próximo 10 de junio de 2022, con la ausencia de doce de treinta y cinco jefes de Estado y de Gobierno.

La nota discordante de la organización de la Cumbre ha sido la exclusión de los gobiernos de Cuba, Honduras y Venezuela, a quienes el gobierno de Joe Biden considera que son contrarios a “la democracia”, y, por lo tanto, no han merecido ser invitados a la Cumbre que “supuestamente” reúne a todos los gobiernos de los países del continente americano.

El Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, señaló que la acción estadounidense contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, valiéndose de su rol de anfitrión de la Cumbre, es “cuestionable desde un tema de legalidad panamericana”.

Además, que las medidas impuestas por Estados Unidos “no se aplica por igual en todos los casos, sino sólo en algunos, cuando es conveniente”, cuando a ellos les favorece.

“La denominada cláusula democrática” a la que apeló la administración de Joe Biden, para no invitar al evento a países con los que mantiene diferencias políticas, sólo es invocada cuando responde a intereses estadounidenses.

Por su parte, el Canciller de China, Zhao Lijan, argumentó que “La Cumbre de las Américas no es la cumbre estadounidense. Como anfitrión, Estados Unidos debe dejar de actuar a su manera (…), respetar a los países de América Latina y El Caribe, y escuchar con humildad sus voces y preocupaciones legítimas”

Con anterioridad, los gobiernos de México, Bolivia, Honduras y San Vicente y las Granadinas, anunciaron que si no invitaban a todos los mandatarios del hemisferio no asistirían al encuentro multilateral, como protesta a la exclusión y a la selectividad de quienes sí o no pueden asistir a dicha Cumbre.

En solidaridad con Cuba, Nicaragua y Venezuela y ante la posición tomada por otros gobiernos de América, los mandatarios de los gobiernos de Granada y San Cristóbal y Nieves, decidieron no asistir.

La ausencia de los presidentes de Guatemala y El Salvador, ha sido por su descontento contra la administración de Joe Biden y sus políticas discriminatorias contra los migrantes centroamericanos.

En cuanto al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, informó que no pudo asistir debido a un contagio de COVID-19.

La novena Cumbre de las Américas, que lleva como lema “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, es totalmente contradictorio a ese lema, porque, Estados Unidos en su afán de castigar a los gobiernos progresistas de América Latina, no solo los ha excluido de la Cumbre, sino que les ha impuesto medidas coercitivas unilaterales económicas, financieras, comerciales, políticas y culturales, para obstaculizar y frenar su desarrollo.

“Las sanciones políticas y económicas (según el Canciller de México, Marcelo Ebrard) impuestas como instrumento para el cambio de regímenes políticos han fallado en forma recurrente y, usualmente, solo han provocado daño a la población civil”.

La controvertida exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela y la ausencia de otros gobiernos en la Cumbre ha sembrado dudas de los resultados, en un momento cuando el continente debe estar unida para enfrentar la recuperación económica post pandemia del coronavirus, trazar planes para el control de la migración, el narcotráfico, la seguridad, el cambio climático, la inflación, los altos costos de los hidrocarburos y la creciente inseguridad alimentaria. Así, como debatir las políticas extraterritoriales de Estados Unidos que contradicen los principios democráticos, la libertad de expresión y la injerencia de los asuntos internos de los países soberanos y libres o hablar sobre el acaparamiento por parte de EE.UU. de la cuarta parte del total de las vacunas anti – COVID y que negó compartir con Haití, pueblos de Centro y Suramérica, prefiriendo dejar caducar, para, luego, ser desechadas más de 82.1 millones de dosis de inyecciones.

La imposición de una agenda dentro de las actividades de la cumbre no responde cómo es hoy en día la relación de Estados Unidos con América Latina, ni cuál es el balance de la “democracia” y la relación político-ideológica en el continente, como tampoco responde a la elaboración de un plan para resolver las necesidades sociales y humanas de los pueblos de América Latina.

La ausencia de un número importante de jefes de Estado y de Gobierno en la IX Cumbre de las Américas, demuestra que Estados Unidos ha perdido influencia y liderazgo en la región.

JAVIER ALEXANDER ROA (diplomático venezolano)

Para SANA en español

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