Damasco denuncia en mensajes enviados al Secretario General de las Naciones Unidas y el Presidente del Consejo de Seguridad, las pretensiones turcas de establecer una “zona segura” en el territorio sirio y las califica de un acto de agresión y una actividad colonial por medio de la cual el gobierno de Erdogan busca crear un foco explosivo dentro de Siria