La presencia de miembros del batallón Azov entre los prisioneros podría complicar la posibilidad de un restablecimiento de las negociaciones de paz, estancadas según ambas partes, teniendo en cuenta el interés de Kiev por recuperar a su personal y la posición rusa con respecto a los que considera como neonazis.
Damasco, 22 may (SANA) La rendición total de los militares y nacionalistas del batallón Azov, de Ucrania, refugiados desde el 21 de abril en la acería Azovstal, en Mariúpol, centró el acontecer noticioso semanal sobre el conflicto bilateral ruso-ucraniano.
El Ministerio de Defensa de este país reportó que desde el 16 de mayo hasta este viernes, dos mil 439 efectivos salieron de la planta metalúrgica de manera incondicional, incluido el comandante del regimiento Azov, Denis Prokopenko.
Según el portavoz del ente castrense ruso, Ígor Konashénkov, debido al odio de los residentes de Mariúpol y al deseo de la gente de masacrarlo por sus numerosas atrocidades, fue trasladado del territorio de la planta en un vehículo blindado especial.
Informó que las instalaciones subterráneas de la acería, en las que se escondían los combatientes, quedaron bajo el control total de las Fuerzas Armadas de este país.
Los atrincherados empezaron a rendirse el pasado lunes, luego que las autoridades de Moscú anunciaron un acuerdo para evacuar a los heridos, que fueron evacuados hacia hospitales en la autoproclamada República Popular de Donetsk, donde están siendo atendidos.
La presencia de miembros del batallón Azov entre los prisioneros podría complicar la posibilidad de un restablecimiento de las negociaciones de paz, estancadas según ambas partes, teniendo en cuenta el interés de Kiev por recuperar a su personal y la posición rusa con respecto a los que considera como neonazis.
La Fiscalía General de Rusia pidió al Tribunal Supremo que reconozca a esa formación como una organización terrorista, propuesta que será analizada en una vista judicial el próximo 26 de mayo, lo que podría generar penas de hasta 20 años de cárcel para los posibles condenados, de ser encausados.
El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, manifestó que no puede haber diálogo con Moscú si los militares rendidos en Azovstal son sancionados por sus autoridades. Kiev dijo que espera que esos combatientes formen parte de un eventual intercambio de prisioneros con Rusia.
Por su lado, el presidente de la Duma Estatal de Rusia (cámara baja del Parlamento), Viacheslav Volodin, expresó a los diputados el 17 de mayo que no debería haber ningún intercambio por los que consideró “criminales de guerra”.
Fuente: Prensa Latina