Damasco, 4 abr (SANA) El corresponsal de la cadena rusa RT Mauricio Ampuero visitó la ciudad, donde muchas familias pasaron semanas en sótanos y los niños permanecieron asustados y con miedo a salir. “Bombardeaban con mucha fuerza, la tierra temblaba, era horrible. Los niños duermen y todavía se estremecen”, asegura una habitante de la localidad.
Entre las viviendas que quedaron parcialmente destrozadas aún quedan personas que continúan allí refugiadas. Ampuero pudo dialogar con los padres de dos niños, entre ellos un bebé de tres meses, quienes recientemente pudieron salir del sótano donde se ocultaron cerca de un mes y se reinstalaron en lo que quedó de su antiguo hogar.
“Aquí arreglamos la casa como pudimos. La otra habitación quedó destrozada también. Estamos vivos y eso es lo que importa. Lo más importante es que los niños están vivos”, dijo la madre.
Ahora que han pasado los largos y fuertes enfrentamientos, sus ciudadanos vuelven a recorrer las calles y algunos niños han vuelto a jugar al aire libre pese a que sus parques han sido destruidos.
Los pequeños se conforman con dibujar con tizas de colores y correr entre los escombros en medio del clima de paz que ahora se respira. A pesar de las duras circunstancias que han tenido que enfrentar, se mantienen optimistas y están dispuestos a ayudar a que, poco a poco, Mariúpol vuelva a ser el lugar que solían conocer.
“Vamos a limpiar la ciudad. Vamos a reconstruirla”, aseguran algunos de ellos, esperanzados en que la guerra “acabe para siempre”.
Mientras las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania continúan, Mariúpol ha visto el éxodo de miles de refugiados y personas necesitadas de comida, ropa, medicamentos y otros productos básicos. Este domingo, el Ministerio de Defensa ruso anunció la apertura de un corredor humanitario para evacuar a civiles ucranianos y ciudadanos extranjeros.
Fuente: RT