SANA en Español
Golán sirio ocupado, 12 feb (SANA) Los pobladores del Golán sirio ocupado por “Israel” renovaron su rechazo categórico al plan de la ocupación israelí de instalar turbinas eólicas sobre un área de 600 hectáreas de tierras golanesas, y pidieron a la comunidad internacional, encabezada por las Naciones Unidas, que detenga este plan de asentamientos destinado a desplazarlos.
En declaraciones a la reportera de SANA, varios glaneses subrayaron que el proyecto colonialista del ocupante viola todos las leyes y resoluciones internacionales, la más importante de las cuales es la Resolución del Consejo de Seguridad No. 497 de 1981, que confirma que todas las medidas de la ocupación israelí en el Golán son nulas.
Señalaron que a pesar de que la ocupación se apoderó de muchas localidades golanesas, sus hijos aún conservan las llaves de sus casas y sus documentos de propiedad, ratificando su derecho a regresar a su lugar de origen y a la tierra de la que fueron desplazados.
Enfatizaron que las autoridades sionistas están implementando el proyecto de las turbinas ante la vista y oídos de las fuerzas de las Naciones Unidas que operan en el Golán “UNDOF” en medio de un silencio internacional ante los crímenes contra la población del Golán sirio ocupado.
Siria afirma constantemente que el Golán ocupado es parte integral de su territorio y trabaja para devolver cada pulgada de su suelo a la patria por todos los medios disponibles.
Además, continúa apoyando a los golaneses en su resistencia contra la ocupación israelí y sus prácticas colonialistas, incluido el establecimiento de turbinas eólicas, con el objetivo de cambiar el carácter demográfico, geográfico y legal de la región.
Las resoluciones de Naciones Unidas también afirman constantemente la necesidad de que Israel se retire del Golán sirio ocupado hasta la línea del 4 de junio de 1967, la más reciente de las cuales fue la resolución adoptada por la Asamblea General en diciembre pasado, en la que reiteró que todas las medidas tomadas por la ocupación israelí son inválidas y constituyen una flagrante violación del derecho internacional.
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