Damasco, 08 ago (SANA) El escultor sirio Alaa Ali Muhammad, pudo grabar su nombre entre los escultores árabes más destacados, gracias a sus asombrosas obras, especialmente dos murales escultóricos que encarnan la naturaleza, belleza e historia de su pueblo Ayoun al-Wadi.
Su última obra que finalizó el pasado mes de mayo, fue un mural que trata de una obra épica cuyas figuras y símbolos son personas de su pueblos.
La presencia del mural en una carretera que enlaza las provincias de Tartous, Homs y Hama con el resto de las regiones del interior del país hizo que la gente lo observara ampliamente.
El artista se convirtió en el primer artista árabe en crear dos enormes esculturas en dos grandes acantilados rocosos.
Muhammad cuenta la historia de su obra escultórica panorámica considerada la primera y más grande en el mundo árabe, que completó en un acantilado rocoso en el pueblo de Broumana al-Mashaikh en 2007.
El protagonista principal de la obra, según afirma, son los luchadores Khalil Al-Khatib y Saleh Al-Ali, quienes enfrentaron la ocupación francesa.
En cuanto al tema principal que desea plasmar en sus obras, el escultor sirio enumera el amor, la belleza y el ser humano.
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