Damasco, SANA
Siria condenó las prácticas criminales de las fuerzas de ocupación turcas y la guerra del agua desatada por el régimen de Erdogan al cortar el suministro de la estación de Alouk por 25º vez, que es la principal fuente de agua potable para más de un millón de ciudadanos sirios en Hasakeh, dijo el Ministerio de Exteriores y Expatriados en un comunicado.
“Ignorar los llamamientos de la Comunidad Internacional y el sufrimiento de la población de Hasakeh, que hoy se enfrenta a más sed que nunca, por parte del régimen de Erdogan, roza el nivel de crimen de lesa humanidad por violar todas las convenciones, tratados internacionales y los derechos humanos”, fustigó la Cancillería.
Continuó diciendo que Siria pide al Consejo de Seguridad y a la Secretaría General de las Naciones Unidas que intervengan de inmediato y obliguen al régimen turco a respetar las normas más elementales del Derecho internacional, por lo tanto debe volver a operar la estación de Alouk, así como a volver a bombear la cantidad acordada de agua del Éufrates a través de la frontera, la cual consiste en 500 metros cúbicos por minuto.
La declaración exigió hacer frente a estas prácticas inhumanas, que tienen por objeto asfixiar a los ciudadanos civiles, privarlos de los medios de vida, así como hay que obligar el régimen turco a aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre la lucha antiterrorista, a respetar plenamente la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe Siria y a no inmiscuirse en sus asuntos internos.
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