Nueva York, SANA
El representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bassam Sabbagh, afirmó que el proyecto de resolución franco-occidental presentado a la Conferencia de Estados Partes de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) constituye una nueva violación del acuerdo de prohibición y sienta un precedente peligroso en el trabajo de ese organismo.
Durante una sesión informal del Consejo de Seguridad por videconferencia, el delegado sirio dijo que el proyecto promueve conclusiones falsas con el objetivo de crear pretextos para cometer actos agresivos contra Siria y alentar a las organizaciones terroristas a fabricar nuevos escenarios sobre el uso de armas químicas para acusar al Ejército Árabe Sirio.
Denunció que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña ejercieron presiones para crear ilegalmente el llamado “equipo de investigación e identificación”, y luego encubrir sus prácticas poco profesionales y métodos de trabajo erróneos.
Esos tres países se basaron en este equipo para presentar el borrador de resolución en un empeño para atacar a Siria mediante la transformación de la OPAQ en una plataforma para legalizar su política agresiva, dijo el diplomático.
Enfatizó que Siria rechaza categóricamente las acusaciones falsas dirigidas en su contra y exige una vez más a todos los estados responsables de la comunidad internacional a trabajar para desvelar estas acusaciones fabricadas y que no se dejen llevar por este esfuerzo occidental para transformar la OPAQ en una plataforma para que Estados Unidos y sus aliados ejerzan presión y difundan mentiras para atacar a un Estado parte del acuerdo.
Consideró que votar en contra del proyecto de resolución no será solo por Siria, sino por el interés de todos los Estados partes que defienden los principios del acuerdo y otras normas internacionales.
Según Sabbagh, la solución al dilema actual en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas no radica en ignorar las legítimas preocupaciones de los Estados partes y de los científicos y especialistas, incluidos los que trabajaron en la Organización, sino en escucharlos y hacer sinceros esfuerzos para tratarlos y enfrentar todas las prácticas encaminadas a politizar y transformar cualquier mecanismo de carácter internacional en una plataforma para atacar a determinados países con pretextos endebles.
Pidió adoptar un diálogo serio y constructivo y una diplomacia multilateral para tratar las diferencias con énfasis en la abstención de recurrir a la fuerza o amenazar con usarla.
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