Damasco, SANA
Una de las variantes contra Siria se aplica en el tema de los derechos humanos, cuyo principal ejecutor son los llamados Cascos Blancos, financiados con ese objetivo con más de 100 millones de euros desde Occidente y aliados en el Medio Oriente.
Los nuevos datos, contenidos en una declaración de la Oficina Conjunta de Siria y Rusia para los Refugiados, señalan además que la mayor parte se destinó a la escenificación de tramas para intentar desacreditar al Gobierno sirio.
Las fuentes citan al asesor del Consejo de Seguridad ruso, Alexander Venediktov, quien reveló que el fundador de la mencionada ‘organización humanitaria’, James Le Mesurier, vendía los engaños’ sobre ataques químicos supuestamente ejecutados por el Gobierno sirio.
En la declaración se apunta que esa política promovida desde Estados Unidos y sus aliados, está unida a un incremento de las ilegales sanciones económicas contra esta nación del Levante y que ignoran en realidad los derechos humanos del pueblo sirio.
Además de los 100 millones de euros, los Cascos Blancos tienen vínculos probados con organizaciones terroristas como el Estado Islámico, Daesh en árabe o la Junta para la Liberación del Levante, otrora Frente Al Nusra y jamás actuaron en zonas controladas o en fase de recuperación por parte del Gobierno sirio.
Surgidos en el 2013, esa supuesta organización no gubernamental, tenía sedes alternas en Londres y Estambul y Le Mesurier, un exagente de los servicios de inteligencia británicos, les instruyó con sus ‘experiencias’ en Bosnia Herzegovina y el desmembramiento de lo que fuera Yugoslavia.
Los antecedentes al respecto fueron expuestos en su momento por la reportera británica Vanessa Beeley, quien los definió como ‘un proyecto propagandístico que apoya las ambiciones neocolonialistas.’
Otras evidencias, como las del diario turco Hurriyet, indican que el trasiego de los fondos mencionados fue tramitado por la Fundación Mayday Rescue, con participación de Mesurier, quien murió en noviembre del 2019 en circunstancias nunca aclaradas por los servicios secretos de Estambul.
A pesar de todo, y por las notables influencias del lobby sionista en Estados Unidos que controla más del 90 por ciento de las acciones de la industria del cine en esa nación, de acuerdo con elementos expuestos en el sitio Metapedia, los Cascos Blancos recibieron un Oscar en el 2016 por un documental basado en fake news y manipulaciones, ‘consagrados’ por el denominado Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Coventry, Reino Unido.
Otros elementos que se añaden, son las preparadas manipulaciones sobre ataques químicos en Gutta Oriental, cerca de la capital siria, Alepo y Homs, las cuales según denuncias divulgadas y nunca recogidas en los medios de comunicación occidentales o de sitios como Al Jazeera, entre otros, con el ‘auxilio especializado’ de técnicos mercenarios contratados en Europa y amparados por el exAl Nusra y el Daesh.
Por Pedro García Hernández
Fuente: Prensa latina