Damasco, SANA
El mensaje del artesano sirio, Adnan Ali, lo refleja en su arduo trabajo y su incansable paciencia en su modesto taller en el Barrio Mezzeh de la capital Damasco.
Superó su tristeza y los dolores de la guerra, incluida la pérdida de su hijo, y encontró su consuelo en el arte dedicando su tiempo a convertir la madera en piezas artísticas, vibrantes y creativas, y hacer hermosas obras de los materiales reciclables.
Su taller abarca su quehacer intelectual y profesional que muestra la bondad y el amor de la vida a pesar de las circunstancias de la guerra y sus impactos en los sirios.
“Mi hijo fue secuestrado en Alepo en 2012 cuando estaba cumpliendo el deber de defender la patria con sus compañeros de armas y a pesar de esa irreparable pérdida decidí volver a mi trabajo”, dijo Ali a SANA durante una visita a su taller.
La afición de Ali fue desde una edad temprana cuando reparaba todo lo que llegaba a sus manos y luego comenzó a convertir la madera con precisión y técnica en obras que reflejan su visión de la vida.
Ali ve el arte desde un punto de vista humano y considera que la vida no solo se vive con el dinero sino con el amor y la humanidad.
A. H./ F. M.