Damasco, SANA
Debido al fracaso de la guerra aérea, que no logró el objetivo planteado de eliminar a Hezbolá o reducir los ataques con misiles y cohetes contra el norte de Israel, el gobierno de Ehud Olmert buscó cambiar su estrategia y enviar soldados al sur del Líbano para atacar las posiciones de Hezbolá.
Hezbolá, por su parte se enfrascó en una guerra de guerrillas contra el “Ejército israelí” luchando desde posiciones fortificadas y utilizando unidades pequeñas y bien armadas en un terreno propicio, como el Sur del Líbano, lleno de montañas y gargantas.
Los medios israelíes y estadounidenses describieron a Hezbolá como una infantería entrenada, cualificada, bien organizada y altamente motivada, que estaba equipada con armamento moderno de los arsenales de Siria, Irán, Rusia y China, incluyendo equipos de comunicación avanzados y visores nocturnos. Según un soldado israelí los combatientes de Hezbolá estaban “altamente entrenados y cualificados. Todos nosotros nos llevamos una sorpresa”. (Erlanger, Steven; Oppel Jr, Richard A. “A Disciplined Hezbollah Surprises Israel With Its Training, Tactics and Weapons”. The New York Times. 7 de Agosto de 2008)
Durante los combates con las tropas israelíes Hezbolá se concentró en infligir graves pérdidas al “Ejército israelí” creyendo que la falta de voluntad de los israelíes a absorber tales pérdidas era uno de los puntos débiles de la estrategia sionista.
Uno de los días más dramáticos de la historia militar de “Israel” fue, sin ninguna duda, el 12 de agosto de 2006, en que tuvo lugar la que ha sido considerada por algunos como “la mayor batalla de la guerra” y que los libaneses denominaron como “la masacre de los Merkavas”.
En ese día, 20 tanques israelíes Merkavas fueron destruidos y 32 dañados en el Valle de Al Huyair al Salluki, en el Sur del Líbano, según cifras libanesas. Durante este enfrentamiento, los israelíes afirmaron que 23 militares israelíes resultaron muertos y 110 heridos (“The war in numbers”. Jane’s Defence Weekly. 23 August 2006), siendo probablemente la cifra bastante superior.
Ese fue el día en el que la reputación del tanque Merkava -presentado poco menos que invencible por la propaganda israelí- se vino abajo.
Los israelíes habían enviado a las joyas de su industria militar, los tanques Merkava, al suelo libanés y contaban con dirigirlos hacia el Río Litani. Apenas fueron descubiertos en el Valle de Al Huyair, a 3 kms de la frontera, los combatientes de Hezbolá lanzaron un ataque con misiles antitanque Kornet desde las colinas circundantes.
“Nosotros vimos la muerte rodeándonos”, contó más tarde un soldado israelí, que sobrevivió a estos ataques, al periódico Yediot Aharonot.
Por Yusuf Fernández
Fuente: Al-Manar TV