Tartous, SANA
La costa siria se asocia con numerosas manufacturas y artesanías, en especial aquellas vinculadas a la ancestral construcción de barcos pequeños que son conocidos por su belleza como “la barca, la lancha, la embarcación y la faluca”.
Una familia de la provincia de Tartous demostró la destreza de los sirios en esta manufactura, donde, a pesar de las escasas posibilidades, Hussam Abu Nasr se puso a construir un barquito sirio con estándares mundiales empleando su experiencia de cuarenta años en la chapistería de barcos, así él con sus dos hijos y unos doce obreros de su taller lograron construir un barquito de dos pisos.
Abu Nasr explicó a la corresponsal de SANA que el peso de la nave llega a 160 toneladas con una longitud de 28 metros y 7 de ancho y cuya velocidad máxima puede llegar a 20 millas náuticas y puede llevar 300 toneladas de cargamento.
El manufacturero detalló que este oficio ancestral heredado de generación en generación data de miles de años en la costa siria y que él trata de legar a sus hijos afirmando que él podría construir barcos con una capacidad de 10 mil toneladas de carga en caso de existirse algunas condiciones allí.
Abu Nasr dijo que él comenzó la construcción del barquito a finales de 2014 pero las circunstancias adversas y el injusto bloqueo occidental retrasaron la adquisición de los equipos propios de la cámara de control para la nave cuya potencia de motor alcanza los 600 caballos náuticos.
Mohamed, el hijo de Abu Nasr, señaló que a pesar de las difíciles condiciones, la mente siria es ingeniosa en todos los campos.
RSH/ FM/ RR